Por Juan Pabl0 Ojeda
Con su característico humor y temple inquebrantable, Alejandra Guzmán volvió a dar de qué hablar tras revelar públicamente la receta médica que le entregaron tras su más reciente operación de columna. Pero no fue cualquier cirugía: la intérprete de Eternamente bella fue intervenida por una hernia en las vértebras cervicales y ahora, como ella misma dijo entre risas, “tengo más titanio que nunca. Soy biomecánica.”
A sus 57 años, la cantante ha enfrentado una larga cadena de cirugías y problemas de salud, pero sigue de pie, o mejor dicho, con collarín y todo, pero caminando por sí misma. Aunque aún no puede retomar actividades físicas como el ballet, su recuperación avanza con firmeza. “Cuando esté bien, ya les avisaré”, respondió ante la insistencia de su regreso a los escenarios. Por ahora, no hay fecha.
La Guzmán ha sabido mantener la cercanía con sus fans incluso en los peores momentos. A su regreso del hospital, fue vista saludando con calidez a quienes la esperaban frente a su casa en la CDMX. Y en redes sociales, compartió imágenes de radiografías donde se ven claramente las prótesis de titanio que lleva en la columna y la cadera, acompañadas de una sola palabra: “Titanio”, que ya parece ser parte de su nueva identidad.
El historial médico de la rockera mexicana es tan largo como su carrera. Todo comenzó en 2009 con una fallida intervención estética, que le dejó secuelas graves por el uso de biopolímeros. Desde entonces, más de 30 cirugías han marcado su vida: infecciones, prótesis en la cadera, fracturas, una lucha contra el cáncer de mama en 2007 y hasta hospitalizaciones por bacterias. Ella misma ha dicho en tono de broma que se siente como “Robocop”.
Su estado actual la obligó a cancelar todos los compromisos musicales del 2025, incluyendo el esperado Brilla Tour, con fechas programadas en México, Colombia y Estados Unidos. En un comunicado oficial, explicó que los conciertos se reprogramarán para 2026, ya que ahora su prioridad absoluta es la salud. A esto se suma un diagnóstico de hipertensión y tratamientos recientes para controlar la inflamación en sus articulaciones.
Lejos de esconderse, Alejandra Guzmán ha enfrentado cada cirugía, cada diagnóstico y cada recaída con honestidad y sentido del humor. Su público, como siempre, le responde con apoyo incondicional. Y aunque su cuerpo lleve piezas de metal, su actitud sigue siendo más rockera y humana que nunca.
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