Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, pidió este viernes a los mexicanos que viven en Estados Unidos que se movilicen y envíen cartas a congresistas estadounidenses para expresar su rechazo al proyecto legislativo que busca cobrar un impuesto del 5% a las remesas que envían desde ese país.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum calificó la propuesta como “discriminatoria” y contraria a los tratados internacionales firmados entre México y Estados Unidos.
“Creemos que es una buena idea que nuestros connacionales, paisanos y paisanas, envíen cartas, mensajes en redes sociales o cualquier tipo de posicionamiento frente a esta propuesta”, dijo la mandataria, insistiendo en que se trata de una acción organizada que puede hacer la diferencia en el ámbito legislativo estadounidense.
Sheinbaum subrayó que la medida viola el tratado para evitar la doble tributación, vigente entre ambos países desde 1994, que establece que ningún ciudadano mexicano debe pagar impuestos adicionales en EE.UU. que no paguen los propios ciudadanos estadounidenses en circunstancias similares.
El encargado de explicar los fundamentos técnicos fue el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Edgar Amador, quien detalló que la iniciativa de los congresistas republicanos incumpliría directamente el artículo 25 del tratado fiscal bilateral, y por tanto, podría ser impugnada tanto en tribunales internacionales como dentro de Estados Unidos.
Amador recordó que el dinero que los migrantes envían a México ya ha sido gravado en EE.UU. como parte de sus ingresos, y que aplicar un nuevo cobro sería una forma de doble tributación prohibida por acuerdos internacionales.
“Sería una medida fiscal selectiva y discriminatoria, no sólo contra los mexicanos, sino contra todos los migrantes que envían remesas. Esto va en contra de la práctica internacional y de la propia normativa estadounidense”, afirmó el secretario.
Además, destacó que el 99.1% de las remesas provenientes de EE.UU. llegan vía transferencias electrónicas, lo que las convierte en un sistema altamente regulado, transparente y completamente monitoreado por autoridades de ambos países.
El llamado de Sheinbaum no es menor: solo en 2023, México recibió más de 63 mil millones de dólares en remesas, la mayoría enviadas por mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos. Para muchas familias mexicanas, estos recursos son su principal sustento.
Este gesto político y diplomático busca no solo proteger esos ingresos, sino también fortalecer el vínculo con los migrantes, un sector clave en la economía y cada vez más en la política mexicana. Con la campaña rumbo al 2025 ya en el horizonte, la defensa de las remesas podría convertirse en uno de los ejes centrales del discurso presidencial frente a Washington.
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