Por Juan Pablo Ojeda
En medio de especulaciones sobre el futuro del T-MEC, la presidenta Claudia Sheinbaum salió este martes a calmar las aguas: el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá no está en riesgo. Desde Palacio Nacional, en su habitual conferencia matutina, aseguró que no existe ninguna señal formal ni informal de que el acuerdo vaya a desaparecer.
“No hay ninguna señal de que el T-MEC desaparezca”, dijo la mandataria con firmeza, al tiempo que subrayó que México sigue beneficiándose de los bajos aranceles que contempla el tratado, especialmente en sectores estratégicos como el automotriz y el agroindustrial.
Sheinbaum enfatizó que su gobierno mantiene diálogo constante con Estados Unidos, incluso bajo el liderazgo de Donald Trump, quien ha señalado que el tratado será revisado en 2026, tal como ya estaba pactado desde su firma. A pesar del tono que a veces se escucha desde Washington, Sheinbaum fue clara: “Trump habla bien del T-MEC”, apuntando a que más que una amenaza, lo que hay en puerta es un proceso de revisión normal.
La presidenta puso como ejemplo la reunión de este mismo martes entre los secretarios Marcelo Ebrard (Economía) y Julio Berdegué (Agricultura) con sus contrapartes estadounidenses. La agenda incluye temas claves como el acero, el aluminio y las condiciones para las exportaciones mexicanas, en las que, según dijo, México sigue gozando de condiciones favorables.
En cuanto a la reciente medida del gobierno de EE.UU. de establecer un periodo de 90 días para renegociar condiciones comerciales, Sheinbaum explicó que México no solo sigue dentro del marco del T-MEC, sino que además ha asegurado excepciones arancelarias importantes, como los descuentos a vehículos producidos con piezas fabricadas en América del Norte.
Sobre los posibles cambios que puedan venir en 2026, la presidenta pidió no especular. Afirmó que su equipo trabaja en total coordinación con el sector privado mexicano y que su administración está lista para cualquier escenario. Destacó que Marcelo Ebrard viaja cada 15 días a Washington, con un equipo que mantiene reuniones semanales con funcionarios de EE.UU. sobre comercio, inversiones y cooperación estratégica dentro del llamado Plan México.
“El T-MEC no se tambalea, y México no improvisa”, pareció ser el mensaje de fondo. En medio de un escenario internacional tenso y con elecciones estadounidenses en puerta, el gobierno mexicano opta por mostrarse sereno, pragmático y con las manos en el volante del comercio exterior. Porque, como dejó entrever Sheinbaum, si algo está claro, es que México ya aprendió a moverse con firmeza en el tablero regional.
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