Por Juan Pablo Ojeda
Green Day, la banda ícono del punk rock estadounidense, ya tiene su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, un reconocimiento que marca casi 40 años de trayectoria y rebeldía convertida en himnos generacionales. En un evento cargado de emoción, anécdotas y una buena dosis de sarcasmo, los tres integrantes del grupo —Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool— agradecieron a sus fans, a sus familias y a quienes apostaron por ellos cuando casi nadie lo hacía.
“¡Esto es como el Super Bowl de mi mamá!… y como estar en tu propio funeral!”, dijo Armstrong entre risas, reflejando el estilo provocador que siempre ha caracterizado al grupo. Pero también se puso serio al agradecer a su pareja y a los fanáticos que se dieron cita en la icónica acera de Los Ángeles para celebrar junto a ellos.
Ryan Reynolds, estrella de Hollywood y fan reciente de la banda, fue uno de los encargados de presentar el homenaje. Su conexión con Green Day surgió cuando quiso usar su canción “Good Riddance” para la película ‘Deadpool & Wolverine’, y desde entonces se forjó una amistad. Durante su discurso, definió a Green Day como músicos que viven “en la intersección entre la nostalgia y la evolución”. Y no podía faltar el humor: “Bienvenidos al Paseo de la Fama, donde al igual que yo, podrán ser fotografiados, pisoteados y orinados por la eternidad”, soltó entre aplausos.
También subió al escenario Rob Cavallo, el productor que creyó en ellos cuando aún eran solo tres jóvenes de Rodeo, California, tocando punk en el momento más álgido del grunge. Cavallo recordó el momento en 1993 en que escuchó su demo y pensó: “Esta es la mejor banda que he escuchado en mi vida”. Apostó por ellos en contra de lo que dictaban las tendencias del mercado. El resultado fue ‘Dookie’, el álbum que los catapultó a la fama y que terminó vendiendo más de 20 millones de copias solo en Estados Unidos, colocándose entre los pocos discos con certificación doble diamante junto a leyendas como Michael Jackson y Pink Floyd.
Por su parte, Tré Cool agradeció con emoción a sus compañeros y a los fans: “Gracias Billy y Mike, mis hermanos, mi banda, mi otra familia”. Fue un momento que selló décadas de trabajo, giras, discos y canciones que han marcado a millones.
Con este homenaje, Green Day no solo entra en la historia del Paseo de la Fama, sino que también consolida su lugar entre los grandes de la música. Una estrella más, pero con el brillo particular de una banda que nunca pidió permiso para decir lo que piensa, y que convirtió la rebeldía adolescente en una carrera que ha perdurado por generaciones.
Deja una respuesta