Por Juan Pablo Ojeda
La NFL siempre tiene espacio para historias que parecen escritas por Hollywood, y la de este jueves por la noche no fue la excepción. Los Cincinnati Bengals, con Joe Flacco al mando —sí, ese Joe Flacco, el veterano campeón del Super Bowl XLVII—, rompieron todos los pronósticos y derrotaron a los Pittsburgh Steelers 33-31 en un cierre de infarto que devolvió la esperanza a los fanáticos del equipo de Ohio.
El partido fue un auténtico duelo de poder a poder entre dos quarterbacks que parecían haber retrocedido en el tiempo. Flacco, con más de 40 años, y Aaron Rodgers, también veterano, se enfrascaron en un intercambio de pases de anotación que recordó a los mejores días de ambos en la liga.
Pittsburgh empezó fuerte, tomando ventaja de 10 puntos en el primer cuarto, pero Cincinnati se negó a caer sin pelear. Dos errores costosos de Rodgers abrieron la puerta para que los Bengals remontaran con 17 puntos sin respuesta antes del medio tiempo. De pronto, el Paycor Stadium estaba encendido, y los aficionados volvían a creer.
La segunda mitad fue pura adrenalina. Ja’Marr Chase volvió a ser el alma ofensiva de Cincinnati, terminando con más de 160 yardas y una anotación en 16 recepciones. Pero Rodgers no se quedó atrás: lanzó cuatro pases de touchdown, incluyendo una bomba de 68 yardas a Pat Freiermuth que le dio la ventaja a Pittsburgh 31-30 con menos de tres minutos en el reloj.
Todo parecía perdido… hasta que Flacco, con la calma de quien ha estado en mil batallas, tomó el control del balón. Lideró una serie de 80 yardas que culminó con el gol de campo de Evan McPherson, quien selló la victoria con solo 11 segundos restantes. Un pase clave de 28 yardas a Tee Higgins colocó a Cincinnati en zona roja y preparó el escenario para el héroe del cierre.
El público estalló. Después de semanas de frustración por la lesión de Joe Burrow, el equipo por fin respiró. Flacco no solo les dio la victoria: les devolvió la ilusión.
En el duelo directo, el ex QB de los Ravens salió mejor parado: más yardas, sin intercepciones y con el triunfo en la bolsa. Rodgers, por su parte, terminó con dos pérdidas de balón que costaron 10 puntos y, al final, el juego.
Con este resultado, los Steelers se mantienen en la cima de la AFC Norte (4-2), pero ahora con la presión de unos Bengals (3-4) que parecen estar despertando justo a tiempo. Detrás vienen los Ravens y los Browns, ambos con récord de 1-4 y urgidos de reaccionar.
La próxima semana promete más emociones. Pittsburgh tendrá una cita cargada de nostalgia ante los Green Bay Packers, mientras que Cincinnati enfrentará a los New York Jets, en un duelo que podría equilibrar su marca y confirmar que los Bengals no están muertos… solo estaban dormidos.
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