EE.UU. ofrece ayuda económica a migrantes que opten por autodeportarse

Por Juan Pablo Ojeda

 

En un giro estratégico en su política migratoria, la Administración de Donald Trump anunció que ofrecerá asistencia financiera y un estipendio de 1,000 dólares a migrantes indocumentados que decidan autodeportarse voluntariamente a sus países de origen. La medida, presentada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), busca reducir el número de arrestos por parte de ICE y los costos operativos del sistema de deportación.

El programa, canalizado a través de la aplicación CBP Home —una actualización de la plataforma CBP One— permitirá a los migrantes gestionar directamente su salida voluntaria y recibir apoyo económico una vez confirmada su partida. Según el comunicado del DHS, se trata de una alternativa “digna y segura” para abandonar Estados Unidos sin ser interceptado por las autoridades migratorias.

“La autodeportación es la mejor manera, la más segura y la más económica de salir de Estados Unidos y evitar ser arrestado”, afirmó la secretaria del DHS, Kristi Noem.

La iniciativa fue inaugurada por un ciudadano hondureño que compró su pasaje desde Chicago hacia Honduras y recibió el beneficio. Según el gobierno, ya se han reservado más boletos para otros migrantes que eligieron esta vía.

Una de las ventajas del nuevo sistema es que los participantes no serán prioritarios en las redadas de ICE, siempre que demuestren progresos en su salida del país. Además, el DHS subrayó que el programa podría ayudar a preservar futuras opciones de reingreso legal a Estados Unidos.

“Participar en el programa de autodeportación puede ser beneficioso para quienes deseen algún día regresar de manera legal”, agregó el comunicado.

La secretaria Noem también defendió el plan desde un enfoque económico: el costo promedio de arrestar, detener y deportar a un migrante indocumentado asciende a 17,121 dólares, mientras que la asistencia financiera representaría un ahorro de hasta el 70% para el contribuyente estadounidense.

La política llega en un momento de creciente tensión migratoria, tras la promesa del presidente Trump de llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones en la historia de Estados Unidos. Desde su regreso al poder en enero, la administración republicana ha intensificado arrestos y redadas, generando críticas de organizaciones pro-inmigrantes y sectores demócratas.

Aunque el programa se presenta como una opción voluntaria, sus detractores advierten que puede ser utilizado como herramienta de presión para acelerar salidas bajo un disfraz humanitario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *