Por Juan Pablo Ojeda
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado un dispositivo nanotecnológico innovador para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, marcando un posible avance sin precedentes en la neurociencia mexicana.
El dispositivo fue diseñado y probado en su fase inicial in vitro por la doctora en Ciencias Bioquímicas Magdalena Guerra Crespo y su alumno de Maestría, Francisco Javier Padilla Godínez, con la colaboración de la académica Tessy María López Goerne, de la UAM Xochimilco.
Nanotecnología mexicana contra el Parkinson
El aparato nanométrico, de menos de 100 nanómetros, cuenta con una matriz amorfa y porosa que permite adherir la dopamina —neurotransmisor que se pierde progresivamente con el avance del Parkinson— mediante interacciones químicas de fuentes de hidrógeno. Esta estructura actúa como un nanoreservorio que busca liberar dopamina directamente en el cerebro, específicamente en el estriado, zona afectada en los pacientes.
“Lo ideal en un modelo animal sería realizar una cirugía estereotáxica, que permite inyectar el nanoreservorio en el área cerebral donde se pierde dopamina”, explicó la doctora Guerra Crespo.
Próximos pasos: de laboratorio al cerebro
La investigación aún se encuentra en etapa preclínica, y el siguiente paso será probar el dispositivo en modelos animales como ratas o ratones. El objetivo a largo plazo es que estos dispositivos puedan fabricarse a la medida de cada paciente, lo cual permitiría un tratamiento personalizado, regulando la dosificación de dopamina con alta precisión y reduciendo los efectos secundarios de los tratamientos actuales.
No obstante, introducir este tipo de dispositivos requiere procedimientos quirúrgicos complejos, por lo que los investigadores también analizan cómo desarrollar materiales capaces de cruzar la barrera hematoencefálica, lo que evitaría intervenciones invasivas.
“Todavía faltan varios años. Estamos en la etapa preclínica y estos análisis farmacológicos son largos. A futuro podríamos hablar de una patente y eventualmente del mercado, pero hoy debemos continuar con los estudios experimentales”, añadió la científica.
Esperanza para pacientes
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta principalmente el control del movimiento, debido a la pérdida de neuronas dopaminérgicas. A nivel mundial, millones de personas viven con esta condición, que actualmente no tiene cura. Este avance podría representar una esperanza real para mejorar la calidad de vida de los pacientes.















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