Por Juan Pablo Ojeda
El Apertura 2025 cerró con una final que ya quedó marcada en la historia del futbol mexicano. Toluca y Tigres protagonizaron una serie intensa, cerrada y cargada de dramatismo que terminó resolviéndose desde el manchón penal, donde los Diablos Rojos levantaron su campeonato número 12 de Liga MX ante su gente en el estadio Nemesio Diez.
El partido fue tan parejo que ni en el tiempo regular ni en la prórroga hubo forma de romper el empate, obligando a definir al campeón desde los once pasos. Lo que vino después fue algo nunca antes visto en el futbol mexicano: se cobraron 24 penales, convirtiéndose en la tanda más larga en la historia de las finales de la Liga MX.
La serie arrancó con Alexis Vega por Toluca y Nicolás Ibáñez por Tigres. Desde ahí se empezó a escribir la historia, ya que el delantero felino falló su disparo, dándole ventaja tempranera al equipo escarlata. A partir de ese momento, la tensión se mantuvo disparo tras disparo, con aciertos y errores de ambos lados que prolongaron la definición como nunca.
Por parte de Tigres fallaron Nicolás Ibáñez, Joaquim, el arquero Nahuel Guzmán y Ángel Correa, mientras que en Toluca erraron Federico Pereira, Juan Pablo Domínguez y Luis García. Aun así, los Diablos Rojos resistieron mejor la presión y terminaron imponiéndose en una noche que quedará grabada en la memoria de la afición.
La magnitud de esta tanda superó con claridad lo ocurrido en el Apertura 2008, cuando Toluca y Cruz Azul definieron el título con 14 penales, una final que también terminó con los escarlatas como campeones tras el único fallo de Alejandro Vela. Curiosamente, la historia volvió a sonreírle al conjunto mexiquense desde los once pasos.
Otra final con una tanda extensa fue la del Invierno 2000, cuando Monarcas Morelia se coronó ante el propio Toluca, también con 14 penales ejecutados. Sin embargo, ninguna se compara con lo vivido este domingo en el Nemesio Diez.
Así, Toluca no solo sumó un nuevo título a sus vitrinas, sino que lo hizo de una forma épica, en una final que combinó nervios, historia y resistencia mental. Una noche en la que el campeonato se ganó tiro a tiro y que confirmó que las grandes finales, cuando son parejas, se recuerdan para siempre.















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