Silao llora a Geovanna Ramírez, la voz que iluminó la radio y la televisión

Por Juan Pablo Ojeda

 

La noche del 10 de agosto, Silao perdió una de sus voces más reconocidas. Geovanna Ramírez, exlocutora de MVS Radio y presentadora de Azteca Noroeste, fue localizada sin vida en la calle Queta Jiménez, en la colonia Estrella. La noticia, que corrió como pólvora en redes sociales, consternó a toda una comunidad que la seguía tanto en la radio como en su faceta de empresaria.

Las primeras versiones apuntan a que no se encontraron signos de violencia en el lugar, aunque la Fiscalía General del Estado de Guanajuato continúa con las investigaciones. Lo único confirmado es que su cuerpo fue hallado junto a botellas de bebidas, lo que ha abierto más preguntas que respuestas.

Con solo un par de horas de diferencia entre el hallazgo y la viralización del caso, amigos, colegas y seguidores comenzaron a despedirse en redes sociales, muchos sin poder creerlo. La última publicación en su Facebook personal se llenó rápidamente de mensajes con palabras como “gracias”, “te vamos a extrañar” y “vuela alto”.

Geovanna no era solo una figura de los medios. Había fundado Las Cinco Coronelas, una cantina-bar en Silao que se convirtió en referente de la vida nocturna local. Además, fue socia de Implo, una empresa dedicada a la instalación de sistemas contra incendios. Su perfil profesional era tan amplio como su carisma detrás del micrófono.

Su carrera comenzó formalmente en 2017 con su especialización en locución en el Centro de Capacitación MVS Radio, y desde entonces no paró. Fue parte de Azteca Noroeste, EXA FM, y dejó huella con el programa “Niñas regias, niñas bien”. Pero más allá de los logotipos y cabinas, lo que más se recuerda es su cercanía con la audiencia, su autenticidad y su capacidad para conectar.

Hoy, mientras las autoridades trabajan para esclarecer los hechos, Silao la despide con flores, lágrimas y aplausos silenciosos. Su voz, que acompañó mañanas enteras y noches solitarias, se apaga inesperadamente, pero deja un eco profundo en quienes la escucharon, la conocieron o simplemente la admiraron desde lejos.

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