Sheinbaum: Sin injerencias, con fuerza del pueblo

Por Juan Pablo Ojeda

 

En un mensaje directo y sin rodeos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dejó claro que la soberanía nacional no está en negociación, especialmente cuando se trata de la presencia de agentes extranjeros en territorio mexicano. Durante su conferencia matutina, la mandataria subrayó que la Ley de Seguridad Nacional y la reciente reforma constitucional regulan de forma estricta cómo deben operar las agencias internacionales, en particular las de Estados Unidos.

Sheinbaum explicó que hoy, a diferencia del pasado, el actuar de las agencias foráneas ya no es a discreción ni al margen de la ley. “Ahora está regulado, completamente regulado. Esa regulación vino con el presidente López Obrador y nosotros la llevamos a la Constitución”, afirmó. Es decir, ya no pueden actuar libremente ni por encima de las instituciones mexicanas.

Frente a la posibilidad de injerencias o intentos de manipulación externa, Sheinbaum sostuvo que la mejor defensa es la legitimidad popular. “Nuestra fuerza radica en el apoyo al pueblo y ser un gobierno del pueblo”, dijo. Esta legitimidad, insistió, es el blindaje más poderoso frente a cualquier intento de intromisión.

Durante su intervención, leyó el Artículo 71 de la Ley de Seguridad Nacional, que establece con precisión las limitaciones y condiciones bajo las cuales pueden operar agentes extranjeros. Desde la prohibición de ejecutar leyes extranjeras, hasta la obligación de informar cada mes a la SRE y la SSPC, las normas son claras: los agentes están sujetos a la ley mexicana, sin excepción.

Entre los puntos más relevantes, el artículo señala que los agentes no pueden detener personas, allanar propiedades, ni hacer operativos por su cuenta. Tampoco pueden actuar sin previo aviso ni sin respetar los convenios de cooperación internacional. Además, sólo pueden portar armas autorizadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Sheinbaum enfatizó que no se trata de vigilancia ni de restricciones por capricho, sino de proteger la soberanía nacional y asegurar que la colaboración internacional sea respetuosa y transparente. “La mesa está abierta al diálogo con todas las naciones, pero sin que nadie se pase de la raya”, pareció decir sin decirlo.

Finalmente, la presidenta reiteró que la relación con Estados Unidos seguirá siendo cordial y de respeto mutuo, pero siempre desde una posición firme y con apego a la Constitución. “No vamos a perder la fuerza del pueblo, porque esa es la que nos sostiene”, concluyó con firmeza.

En un mundo donde las fronteras cada vez se sienten más difusas, México traza las suyas con claridad: colaboración sí, sumisión no.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *