Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró este lunes que «no debe haber represión, nunca», al pronunciarse sobre los hechos ocurridos en Balancán, Tabasco, donde policías estatales y elementos de la Guardia Nacional disolvieron de forma violenta una protesta estudiantil el pasado 7 de mayo.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum indicó que el gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, ya se encuentra atendiendo la situación y entablando diálogo con los estudiantes afectados. “A veces ocurre que es decisión de un mando policial, no del gobernador. Javier es un muy buen compañero, muy buen gobernador, y sé que está tomando medidas para que esto no se repita”, expresó.
El operativo, que ha generado amplia crítica social, fue ejecutado por fuerzas estatales y federales contra un grupo de estudiantes y docentes que bloqueaban una carretera con llantas y palos, exigiendo la destitución de Iván Arturo Pérez Martínez, director del Instituto Tecnológico Superior de los Ríos, acusado de acoso sexual, abuso de poder y nepotismo.
Los manifestantes denunciaron el uso excesivo de la fuerza, incluyendo gases lacrimógenos, y reportaron al menos 10 personas heridas. Diversas organizaciones civiles y académicas han exigido una investigación independiente y la garantía de no repetición de este tipo de acciones.
Aunque el gobernador May justificó el operativo al señalar que el bloqueo afectaba a la población de la zona, la intervención ha sido percibida como un acto de represión contra el derecho a la protesta, especialmente al tratarse de demandas vinculadas a la protección de derechos y el combate a la corrupción en instituciones educativas.
El pronunciamiento de la presidenta se da en un momento clave, en el que la relación entre el gobierno federal y los gobiernos estatales afines a su partido, Morena, es observada con atención por su manejo de las garantías constitucionales y los derechos humanos.
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