Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, criticó enérgicamente la propuesta de congresistas republicanos en Estados Unidos que plantea aplicar un impuesto del 5% a las remesas que los migrantes envían a sus países de origen. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria calificó esta iniciativa como una medida “injusta” y “discriminatoria”.
“¿Cómo van a gravar si ya pagan impuestos los mexicanos allá? Todos los mexicanos que viven en Estados Unidos pagan impuestos, tengan o no documentos”, declaró Sheinbaum.
La propuesta, impulsada esta semana por el Comité de Recursos y Arbitrios de la Cámara de Representantes de EE.UU., ha encendido las alarmas tanto en México como en las comunidades migrantes. Sheinbaum subrayó que muchos estados de la Unión Americana ya aplican impuestos sobre las remesas, por lo que este nuevo gravamen representaría una doble carga.
Senado mexicano protesta unánimemente
La presidenta celebró que el Senado de la República, en una muestra de consenso multipartidista, haya enviado una carta de protesta contra la iniciativa republicana. Sheinbaum señaló que la misiva fue impulsada por el grupo parlamentario de Morena, pero respaldada por todas las fuerzas políticas.
“Qué bueno que ahí estos partidos dijeron ‘sí firmamos’, porque fue bajo iniciativa de Morena en el Senado”, comentó.
Efectos económicos
La economista Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, advirtió que si esta ley llegara a aprobarse, México podría dejar de recibir hasta 3,250 millones de dólares en remesas anuales. A corto plazo, los migrantes podrían adelantar envíos para evitar el nuevo impuesto, pero la medida afectaría de forma estructural el flujo hacia el país.
En 2023, México recibió más de 63 mil millones de dólares en remesas, lo que representó una fuente vital de ingresos para millones de familias mexicanas. El nuevo impuesto, de aprobarse, tendría un impacto directo no solo en la economía nacional, sino en los hogares más vulnerables.
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