Por Juan Pablo Ojeda
Durante la Mañanera del Pueblo de este viernes 19 de diciembre, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que el nuevo paquete arancelario aprobado por su gobierno no busca abrir frentes de conflicto con otros países, sino proteger la economía mexicana sin provocar inflación ni frenar la producción nacional. La mandataria subrayó que se trata de una decisión pensada con bisturí y no con machete, ajustada tras un proceso de diálogo político y técnico.
Sheinbaum explicó que la versión final de los aranceles es resultado de un trabajo coordinado entre la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Economía y el Senado de la República. Ese intercambio permitió modificar de manera importante la propuesta original, especialmente para cuidar a las pequeñas y medianas empresas que dependen de insumos importados, en particular de países asiáticos.
La presidenta destacó que el Senado abrió mesas de trabajo con representantes del sector productivo, lo que permitió afinar la medida y evitar aumentos generalizados de precios o rupturas en las cadenas de producción. “Lo que no queremos es provocar inflación ni generar un problema de que ya no se vayan a producir algunos productos en México”, señaló, al insistir en que el objetivo es fortalecer la economía interna sin dañar al consumidor.
En ese mismo sentido, recordó que la Secretaría de Economía tiene herramientas legales para aplicar esquemas diferenciados, reducir cargas fiscales o establecer periodos de transición, siempre dentro del marco de la ley y sin decisiones discrecionales. La idea, dijo, es que la política comercial sea flexible y responda a la realidad productiva del país.
Sheinbaum también confirmó que, tras el anuncio del paquete arancelario, países como China, India y Corea del Sur han buscado al gobierno mexicano para abrir mesas de trabajo y explorar esquemas de cooperación económica. Aclaró que todavía no hay una definición sobre si estas conversaciones derivarán en tratados comerciales formales, pero reiteró que México no pretende enemistarse con ningún país ni con sus pueblos.
La mandataria enmarcó estas decisiones dentro del Plan México, la estrategia económica de su administración para impulsar la producción nacional. Como ejemplo, destacó que el sector textil ya muestra signos de recuperación, con menos importaciones y un aumento en la producción interna, algo que no se veía desde hace varios años. En el caso de los medicamentos, precisó que no están incluidos en estos aranceles, mientras el gobierno trabaja para fortalecer la industria farmacéutica nacional.
Al cierre, Sheinbaum insistió en que la política comercial de su gobierno busca un equilibrio: proteger el mercado interno, cuidar el bolsillo de las familias y mantener relaciones internacionales estables en un contexto global complejo, pero con señales iniciales positivas para la economía mexicana.
















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