Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum, en mancuerna con la Secretaría de Economía, se está poniendo las pilas para fortalecer a las empresas mexicanas y proteger los empleos nacionales. ¿Cómo lo están haciendo? A través de una medida clave: ajustar los precios de referencia en las importaciones. Suena técnico, pero aquí te explico por qué importa y cómo puede beneficiar a México.
Primero lo primero: cuando una empresa trae productos del extranjero, tiene que declarar cuánto pagó por ellos. Esa cifra es la base para calcular los impuestos. Pero aquí viene el truco que muchos usan: inflan facturas o las subdeclaran —es decir, dicen que pagaron mucho menos de lo real— para pagar menos impuestos.
Ahí es donde entran los precios de referencia. Es como poner un “precio mínimo oficial” basado en estudios de mercado, tanto nacional como internacional. Si tú, por ejemplo, importas un sillón y dices que te costó 10 pesos, pero el precio real anda por los 100, tendrás que pagar impuestos como si hubieras pagado los 100. No hay vuelta de hoja.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que este tipo de trampas fiscales lastiman a las empresas que sí cumplen la ley y generan empleos, porque no pueden competir con productos que entran de manera desleal al país. Por eso, desde ya se están ajustando y ampliando estos precios de referencia, y habrá fechas clave para sectores nuevos:
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12 de mayo de 2025: muebles y aparatos de alumbrado
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26 de mayo de 2025: juguetes, juegos y guitarras
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16 de junio de 2025: artículos deportivos
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16 de julio de 2025: papel y cartón
Estos sectores se suman a otros que ya están regulados, como calzado, textiles y juguetes. La idea es evitar que se cuelen productos a precios “de risa” que solo fomentan la competencia desleal y dañan a las empresas mexicanas.
Ebrard también subrayó que se está trabajando de la mano con las cámaras empresariales, que conocen los precios reales del mercado, para asegurarse de que los ajustes sean justos y efectivos.
Con estas acciones, el Gobierno de Sheinbaum no solo busca recaudar mejor, sino defender la economía nacional desde sus cimientos: las empresas que generan empleo y pagan impuestos. Porque al final del día, si se protege la industria local, se protege el bolsillo de millones de familias mexicanas.
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