Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó claro en su conferencia matutina desde Palacio Nacional que está dispuesta a trabajar con Estados Unidos en temas de seguridad, pero siempre con respeto a la soberanía mexicana. Esto, luego de revelar que en llamadas sostenidas con el presidente Donald Trump, el mandatario estadounidense ha sugerido «cosas que no son aceptables» en su intento por ayudar a México.
“En mis llamadas con el presidente Trump, porque él amablemente pregunta en qué les podemos ayudar… ha sido varias veces su pregunta: cómo les ayudamos”, explicó Sheinbaum. Aunque la disposición al diálogo ha sido positiva, reconoció que algunas de las propuestas hechas por Trump simplemente no se alinean con lo que México considera aceptable.
Sin entrar en detalles sobre qué exactamente se ha propuesto, Sheinbaum dejó en claro que hay dos temas clave que ha tratado directamente con el expresidente republicano: el tráfico de fentanilo y la entrada ilegal de armas de Estados Unidos hacia México.
Sobre el fentanilo, la mandataria destacó que el enfoque de su gobierno no es solo detener el tráfico, sino atender el problema del consumo desde una perspectiva de salud pública. Dijo que Trump ha reconocido positivamente la campaña que México ha emprendido para visibilizar este problema como un asunto más allá de la seguridad, y más cercano a la salud y las adicciones.
En cuanto a las armas, Sheinbaum calificó de “histórico” que Trump haya hecho un llamado público a endurecer las medidas para evitar que estas crucen la frontera hacia territorio mexicano. “Es muy importante que él lo haya dicho, porque muchas veces este tema no se toca en Estados Unidos”, señaló.
A pesar de las diferencias, la presidenta subrayó que existe actualmente una relación de cooperación y diálogo constante con la administración de Trump. “Y eso es bueno, muy bueno”, dijo, destacando que ese entendimiento incluye el respeto mutuo a la soberanía de cada nación y la inviolabilidad del territorio.
Con estas declaraciones, Sheinbaum continúa marcando una línea clara: México está abierto a colaborar con EE.UU., pero no a costa de su autonomía ni aceptando soluciones unilaterales. Se trata de trabajar juntos, sí, pero como iguales.
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