Senado renueva liderazgo: PAN exige pluralidad y respeto

Por Bruno Cortés

La LXVI Legislatura del Senado de la República llega a un punto de inflexión. Concluye la gestión de Gerardo Fernández Noroña al frente de la Mesa Directiva, un periodo que, según la oposición, marcó uno de los capítulos más conflictivos y desgastantes en la vida parlamentaria reciente. En entrevista previa a la elección del nuevo órgano de conducción, el senador panista Marko Cortés Mendoza no dudó en calificarlo como “el peor presidente que ha tenido el Senado”.

Cortés describió la administración de Noroña como intolerante y cerrada, incapaz de construir consensos y marcada por decisiones unilaterales que, asegura, minaron la pluralidad. Recordó episodios como la negativa a permitirle representar al Senado en el Parlamento Europeo, decisión que, según dijo, fue tomada con criterios personales y no institucionales. “Nadie había hecho algo así antes”, señaló con evidente molestia.

Para el dirigente panista, la llegada de Itzel como presidenta representa una oportunidad de cambio. Cortés insistió en que lo mínimo que espera la oposición es respeto a la ley, a los acuerdos parlamentarios y a la pluralidad de voces. “No pedimos más, pero no merecemos menos”, enfatizó, subrayando que el diálogo y la construcción deben sustituir a la confrontación y los vetos.

En su balance, Cortés también criticó la incongruencia de Noroña, a quien acusó de predicar austeridad mientras enfrenta cuestionamientos por presuntos ingresos y adquisiciones fuera de lo común. “Eso de ‘unos zapatitos y 200 pesitos’ ya no le queda a Noroña”, ironizó, destacando que las dudas sobre sus recursos lo colocan entre los personajes más cuestionados de la política mexicana.

El panista no evadió el tema de la reciente confrontación con Alejandro Moreno, líder del PRI. Aunque reconoció que Noroña “se había ganado” el golpe, aclaró que la violencia nunca debe ser la salida. Subrayó que Acción Nacional ha optado por la prudencia en episodios de agresión dentro del Senado, como cuando el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, encaró al senador Mario Vázquez. “Este es el Parlamento, venimos a hablar, no a golpearnos”, recalcó.

Sobre la permanencia de Adán Augusto como coordinador de la bancada de Morena, Cortés consideró que su liderazgo está debilitado y cuestionó que la presidenta Claudia Sheinbaum lo mantenga en el cargo pese a las acusaciones que vinculan a su exsecretario de Seguridad con grupos criminales. Para el líder panista, mantenerlo es darle un “manto de impunidad”.

La expectativa del PAN es clara: cerrar la página de un periodo de crispación y abrir un espacio donde las diferencias políticas no se traduzcan en bloqueos, sino en acuerdos. Cortés reiteró que, aunque Morena tiene mayoría, la oposición también representa a millones de ciudadanos y exige respeto a su derecho de expresarse.

Con este cambio en la Mesa Directiva, la oposición espera recuperar el equilibrio perdido en un Senado que, más allá de la retórica y los forcejeos políticos, necesita garantizar que la pluralidad no sea un discurso vacío, sino una práctica cotidiana. El reto para la nueva presidenta será demostrar que la Cámara Alta puede funcionar como un verdadero espacio de diálogo democrático, no como un ring político.

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