Por Bruno Cortés
A veces no lo vemos, pero allá abajo, en el mar, muchas especies están en peligro por nuestras propias acciones. Redes de pesca abandonadas, plásticos y otros residuos han convertido los océanos en trampas mortales para tortugas, delfines, ballenas y muchas otras criaturas. En México, este problema tiene nombre: desenmalle, que es el proceso para liberar a los animales atrapados. ¿El problema? No hay un protocolo nacional claro ni suficiente personal capacitado para hacerlo. Por eso, la diputada Xóchitl Nashielly Zagal Ramírez, de Morena, presentó una iniciativa para que el país deje de improvisar y actúe con rapidez.
La propuesta busca reformar la Ley General de Vida Silvestre, justamente para atender este vacío. Hoy, la responsabilidad de desenredar y rescatar a estos animales recae en la Profepa, que aunque hace lo que puede, no siempre llega a tiempo. Según la diputada, hay más de 300 especies marinas en riesgo, muchas de ellas concentradas en la Península de Baja California, y ante la falta de protocolos estandarizados, los rescates muchas veces dependen del voluntarismo, o de que haya personal capacitado y disponible en el momento justo.
Por eso la idea es sumar a otro actor clave: la Secretaría de Marina (Semar). Si Profepa no puede llegar, la Marina podría entrar al rescate. Tiene la infraestructura, la gente, y sobre todo, la capacidad de respuesta que hace falta en situaciones urgentes. En pocas palabras, no se trata de quitarle funciones a nadie, sino de reforzar los equipos de emergencia que salvan vidas… aunque esas vidas tengan aletas o caparazón.
Junto con la diputada Zagal, también participaron en esta presentación sus compañeros Irma Juan Carlos y Joaquín Zebadúa Alva, quienes señalaron que la iniciativa también contempla algo muy importante: la participación de la sociedad civil, pero con reglas claras y respetando el manejo adecuado de la fauna silvestre. Porque no se trata solo de buena voluntad, sino de actuar con responsabilidad.
Además, hicieron un llamado directo a la conciencia ciudadana. La diputada Irma Juan Carlos puso el dedo en la llaga: la contaminación de mares, ríos, lagos y lagunas es alarmante, y no se resuelve solo con leyes. Hace falta que todas y todos pensemos en el impacto de lo que tiramos, de cómo pescamos, y de lo que dejamos atrás cuando vamos a la playa.
Esta iniciativa no es solo una reforma legal. Es una señal de que el Congreso está empezando a mirar con más seriedad los problemas que enfrentan nuestros ecosistemas marinos. Porque si seguimos actuando tarde o improvisando, habrá especies que no volveremos a ver.
Deja una respuesta