PAN exige la renuncia de Rocío Nahle por caso Irma Hernández

Por Bruno Cortés

 

La gestión de Rocío Nahle como gobernadora de Veracruz está bajo fuego. La militancia del Partido Acción Nacional (PAN) ha condenado en redes sociales su actuación frente al caso de Irma Hernández, una maestra secuestrada por un grupo criminal y cuyo cuerpo fue hallado días después en el norte del estado. La gota que derramó el vaso, aseguran, fue la declaración de la mandataria estatal al señalar que la causa de muerte fue un infarto, sin haber evidencia forense definitiva que lo confirme.

Desde la trinchera legislativa, el diputado panista Federico Döring exigió la renuncia inmediata de Nahle, al acusarla de manipular la información sobre el fallecimiento de la maestra y de revictimizar a su familia. En sus palabras, la versión oficial “forma parte de un montaje” para encubrir la gravedad de la violencia en la entidad y minimizar el asesinato.

“Mintió y nos quiso engañar con el cuento del infarto, sacando el García Luna que lleva dentro”, expresó el legislador, quien también cuestionó que Nahle delegara la comunicación de resultados forenses a un funcionario que, según él, no tenía facultades ni realizó la necropsia correspondiente.

La controversia estalló luego de que se difundiera un video del secuestro de Irma Hernández, quien fue interceptada por presuntos integrantes del Grupo Sombra cuando viajaba en taxi. Las autoridades federales encontraron su cuerpo en un predio del norte veracruzano, junto con armas, chalecos y vehículos, indicios del fuerte dominio territorial del crimen organizado en la zona.

Döring arremetió directamente contra Sheinbaum, sugiriendo que su silencio frente al caso podría significar complicidad. “¿También en este caso guardará un silencio cómplice Claudia Sheinbaum?”, cuestionó en su publicación en X, antes Twitter.

Mientras tanto, el caso sigue causando indignación en la opinión pública, especialmente por el doloroso contexto en que ocurrió: una mujer secuestrada y asesinada presuntamente por negarse a pagar extorsiones, y un gobierno que, según sus críticos, no ha dado la talla ante una tragedia que refleja la cruda realidad de muchas regiones del país.

El llamado a la renuncia de Rocío Nahle ya está en la arena política. Ahora resta ver si tendrá repercusiones en el Congreso local o en el ánimo del Ejecutivo federal, que hasta ahora ha evitado pronunciarse de manera directa sobre el tema.

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