Por Juan Pablo Ojeda
El presunto hackeo a la Policía Municipal de Hermosillo, atribuido al grupo Chronus Team, encendió las alarmas en el ámbito de ciberseguridad después de que se difundiera un archivo de 738 MB con información personal, operativa y fotográfica de más de mil 200 agentes en Sonora. La filtración incluye desde nombres completos y rostros hasta descripciones de armamento y documentos internos de la corporación.
El paquete divulgado contiene archivos JSON con categorías tan sensibles como “abusos autoridad”, “asignaciones”, “jerarquías”, “modelo telecomunicación”, “registros cambio contraseñas”, “tipos arma” y diversos listados de personal. Las imágenes filtradas muestran equipo, armamento e información interna de uso diario, lo que elevó la preocupación por el riesgo operativo que esto implica para los elementos policiacos.
Ante la difusión del material, la Policía Municipal aseguró que su sistema actual no fue vulnerado, y que los datos provienen de una base “antigua” con al menos cuatro años de antigüedad. Sin embargo, la corporación no detalló si llevará a cabo una auditoría forense para confirmar el origen del archivo ni si notificará a los agentes afectados, lo que mantiene dudas sobre la magnitud real del incidente.
Este ataque ocurre tras una serie de vulneraciones recientes contra infraestructura digital del Ayuntamiento de Hermosillo. Apenas en noviembre y diciembre, Chronus realizó defacements al portal de Transparencia Presupuestaria, reemplazando el contenido oficial con mensajes que advertían fallas graves en la seguridad municipal. Estas alteraciones fueron verificadas mediante Web Archive, que mostró cómo la página permaneció caída o modificada durante varios días.
A pesar de que la corporación insiste en que la información filtrada es histórica, la publicación de una base de tal tamaño mantiene abiertos cuestionamientos sobre cómo fue extraída o localizada si se encontraba fuera de operación. El caso se perfila ya como uno de los ciberataques municipales más relevantes del último año y deja en evidencia la urgencia de fortalecer los sistemas digitales de seguridad pública.
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