Por Juan Pablo Ojeda
Estados Unidos dejó claro que todavía no reabrirá su frontera al ganado proveniente de México. Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense, aseguró que su país “no está listo” para levantar la restricción mientras persista el riesgo del gusano barrenador, una plaga que ha golpeado al sector ganadero, especialmente en el sureste mexicano.
Rollins visitó México para reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum y con el titular de Agricultura, Julio Berdegué, con el fin de revisar los avances de la campaña conjunta contra el gusano barrenador. Aunque reconoció el esfuerzo de México, subrayó que todavía no tiene la certeza suficiente para permitir la entrada de ganado.
“Quiero estar segura de que se han revisado todos los detalles y usado todas las herramientas posibles para controlar esta crisis”, señaló en entrevista con Reuters. También adelantó que discutirá el tema con el presidente estadounidense Donald Trump y otros funcionarios, pero no dio fechas para una posible reapertura.
El cierre parcial de la frontera lleva casi un año y ha frenado el envío de al menos 650 mil cabezas de ganado mexicano, lo que ya suma pérdidas por aproximadamente 1,300 millones de dólares, según el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
La medida afecta a una relación comercial clave: México ha sido por décadas uno de los principales proveedores de ganado bovino vivo a Estados Unidos, con más de un millón de cabezas exportadas al año, lo que equivale a 60 % de las importaciones de ganado vivo estadounidenses.
Por ahora, Washington seguirá evaluando los avances contra el gusano barrenador antes de reabrir sus puertos ganaderos. Aunque hay diálogo y cooperación, la frontera sigue cerrada… y el tiempo apremia para los productores.
















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