Por Bruno Cortés
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, mandó un mensaje directo a todos los legisladores: se acabaron las ausencias y las excusas virtuales. Durante los próximos días, el Congreso trabajará de manera presencial para discutir dos temas clave: la nueva ley contra la extorsión y el Paquete Económico 2026, que definirá el rumbo financiero del país.
López Rabadán, firme y sin rodeos, explicó que no se trata solo de cumplir con un protocolo legislativo, sino de recuperar la seriedad y la confianza ciudadana en la política. “Todas y todos los diputados habrán de venir a trabajar de manera presencial a la Cámara. Esta semana es muy importante”, subrayó. Su mensaje fue claro: si los mexicanos pagan impuestos, los legisladores deben responder con trabajo, debate y presencia.
La panista, que actualmente encabeza la Mesa Directiva, enfatizó que el Congreso no puede seguir siendo percibido como un espacio distante o desconectado de la realidad. “Estoy absolutamente convencida de que se necesita trabajar, debatir y generar posiciones públicas de cada grupo parlamentario”, declaró. En otras palabras, no hay tiempo para discursos vacíos: cada bancada debe asumir su responsabilidad y explicar frente a los ciudadanos qué propone y por qué.
El llamado no fue casual. En la agenda inmediata están dos debates cruciales. Por un lado, la Ley General para Prevenir y Sancionar la Extorsión, que busca combatir el “cobro de piso” y proteger a las familias y negocios que viven bajo amenaza del crimen organizado. Por otro, el Paquete Económico 2026, que definirá cuánto dinero tendrá el gobierno para seguridad, salud, educación y justicia, y cómo se repartirán esos recursos entre los distintos niveles de gobierno.
López Rabadán recordó que, más allá de los colores partidistas, el país necesita un Congreso activo, presente y responsable. Y aprovechó para lanzar una indirecta a quienes suelen ausentarse: “Cada legislador debe ser responsable de sus actos y de sus decisiones”. Su compromiso, dijo, es representar a todos con dignidad y garantizar que los debates se den “con respeto, pero con claridad”.
El contexto no es menor. En plena discusión sobre seguridad pública, la Cámara recibió la comparecencia del secretario del ramo, un tema que —como subrayó la presidenta— “toca directamente la vida y la tranquilidad de las familias mexicanas”. Por eso insistió: “Estamos obligados a estar aquí y a trabajar”.
Con esto, López Rabadán busca marcar una diferencia en su gestión: sesiones con presencia real, debates abiertos y un mensaje de responsabilidad hacia los ciudadanos. En tiempos de polarización, su postura apuesta por un Congreso que se vea trabajando, no solo votando. Y si de política se trata, ese gesto puede valer más que mil discursos.















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