Por Juan Pablo Ojeda
Los Kansas City Chiefs, una de las franquicias más exitosas de la NFL en la última década, se preparan para cerrar un capítulo histórico. Clark Hunt, propietario del equipo, confirmó que la organización dejará el Arrowhead Stadium, su casa desde 1972, para mudarse a un nuevo estadio techado de última generación que estará listo para la temporada 2031.
El anuncio marca también un cambio geográfico relevante: los Chiefs dejarán Missouri, donde han jugado desde 1963, para establecerse en el estado vecino de Kansas. El acuerdo ya fue firmado con autoridades estatales y contempla no solo un estadio moderno, sino un complejo integral que incluirá centro de entrenamiento y oficinas centrales.
Hunt destacó que el proyecto está pensado a largo plazo y con una visión heredada de su padre, Lamar Hunt, fundador del equipo y una figura clave en la historia del futbol americano profesional. La nueva sede buscará colocar a Kansas City en la competencia directa por albergar un Super Bowl y otros eventos deportivos de alcance global, algo que hoy resulta complicado sin un inmueble techado.
La salida del Arrowhead Stadium no será sencilla. El recinto es uno de los más emblemáticos de la NFL, famoso por su ambiente y por haber sido testigo de momentos históricos, desde el primer Super Bowl disputado en 1967 hasta la consolidación de los Chiefs como una dinastía reciente, con cinco apariciones en seis Super Bowls y tres títulos ganados en ese lapso.
Clark Hunt subrayó que el corazón del equipo no está en el concreto, sino en su afición, a la que prometió seguir ofreciendo un equipo competitivo y una experiencia de primer nivel en la nueva etapa. El adiós al Arrowhead será emotivo, pero para la franquicia representa un paso estratégico hacia el futuro de la NFL y de una de sus organizaciones más dominantes.
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