Por Juan Pablo Ojeda
Este sábado la Ciudad de México vive una de esas jornadas en las que parece que el tránsito ya no entiende de horarios: calles saturadas, marchas, bloqueos y transporte público a medias, complicando los trayectos de miles de capitalinos que intentan moverse.
¿Qué ocurre hoy en la CDMX?
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Las autoridades reportaron una marcha principal, seis concentraciones, dos rodadas de motociclistas, nueve rodadas de ciclistas y decenas de eventos para hoy.
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La marcha más relevante: desde las 16:00 h saldrá del Hemiciclo a Juárez rumbo a la sede de la Embajada de los Estados Unidos de América — convocatoria hecha por el colectivo de solidaridad con Palestina.
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A esto se suman varios cortes a la circulación en vialidades clave: coches atascados, transporte público con demoras y zonas céntricas prácticamente paralizadas.
“Hora pico permanente”: el nuevo normal
Conductores y usuarias de transporte describen la mañana como un “infierno vehicular”: lo que antes era hora pico ahora puede durar todo el día. Los embotellamientos se extienden en avenidas principales —y a veces en rutas inesperadas—, mientras las manifestaciones y bloqueos provocan cierres repentinos y desvíos inevitable.
El transporte público sufre también: rutas alteradas, demoras y un servicio que se vuelve poco confiable justo cuando muchas personas dependen de él.
¿Qué debes tomar en cuenta si vas a moverte hoy?
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Evita zonas como el Centro Histórico, las inmediaciones del Hemiciclo a Juárez, embajadas y avenidas principales: probablemente habrá cortes o desvíos.
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Si puedes, usa transporte público—pero con paciencia, revisa las rutas alternas y sal con tiempo extra.
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Si vas en auto, busca rutas secundarias o planifica trayectos diferentes a lo habitual: lo usual puede tardar horas.
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Revisa redes oficiales y avisos de cierre de vialidades. El panorama puede cambiar rápidamente.
¿Por qué esto importa?
Más allá de la incomodidad, este tipo de días evidencian que la ciudad sigue con una movilidad “al límite”: crecientes manifestaciones, crecimiento poblacional, infraestructura insuficiente y un transporte público saturado. Para quienes viven o transitan en la ciudad, representa un reto —y para las autoridades, un aviso urgente de que se requiere mayor planeación urbana y mejores alternativas viales.
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