Por Juan Pablo Ojeda
Después de más de dos décadas conectando al mundo con videollamadas, mensajes y voz, Skype se despide oficialmente. A partir de este 5 de mayo de 2025, la popular aplicación de mensajería y llamadas dejará de funcionar, marcando el final de una era para millones de usuarios que alguna vez la usaron para hablar con amigos, familiares o colegas de trabajo, sin necesidad de una línea telefónica tradicional.
Microsoft, su actual dueña, ya había adelantado esta decisión en febrero, y ofrece ahora un período de transición para que los usuarios exporten sus historiales o migren a Microsoft Teams, la plataforma que tomará la batuta. La empresa asegura que Teams —en su versión gratuita— tiene todas las funciones que solía tener Skype, pero con mejoras tecnológicas que responden a los hábitos actuales.
¿La buena noticia? No es necesario crear una cuenta nueva. Los usuarios podrán iniciar sesión en Teams con las mismas credenciales que usaban en Skype, y sus contactos, así como sus chats, serán transferidos automáticamente. Sin embargo, lo que sí desaparece es la capacidad de hacer llamadas a números de teléfono convencionales, una de las funciones estrella de Skype en su apogeo, cuando permitía evitar los altos costos de las operadoras telefónicas.
Skype nació en Estonia en 2003 y rápidamente se convirtió en una herramienta revolucionaria. Su adquisición por parte de Microsoft en 2011 por 8,500 millones de dólares fue una de las apuestas más fuertes del gigante tecnológico en la era pre-Zoom. Pero con el paso del tiempo, y sobre todo con la llegada de smartphones y apps como WhatsApp, FaceTime o Zoom, Skype fue perdiendo relevancia. La pandemia fue otro punto de quiebre: mientras el mundo optaba por Zoom para reuniones y clases virtuales, Skype fue quedando en el olvido.
Jeff Teper, presidente de aplicaciones colaborativas de Microsoft 365, lo resume así: “Hemos aprendido mucho de Skype a lo largo de los años. Esa experiencia nos ha ayudado a mejorar Teams. Ahora es momento de simplificar y enfocarnos en una sola herramienta que pueda innovar más rápido”.
Con esta decisión, Microsoft cierra un capítulo y apuesta todo a una nueva generación de herramientas de comunicación que buscan ser más integradas, modernas y enfocadas en la colaboración. Aunque para muchos usuarios nostálgicos el cierre de Skype representa el fin de una era, también marca el inicio de otra con más opciones y tecnología adaptada al presente.
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