Por Juan Pablo Ojeda
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este jueves como un “gran honor” para el país la elección de León XIV como el primer papa estadounidense en la historia de la Iglesia Católica. El exmandatario, conocido por su estilo directo y nacionalista, manifestó también su deseo de reunirse próximamente con el pontífice.
“Es un momento histórico. Tener a un papa estadounidense es un gran honor para nuestro país y una señal de la creciente influencia de Estados Unidos en el escenario mundial”, declaró Trump en un breve comunicado difundido por su equipo de prensa desde Mar-a-Lago. “Espero con entusiasmo reunirme con Su Santidad León XIV en un futuro cercano”, agregó.
León XIV, anteriormente arzobispo de Nueva York, fue elegido por el cónclave cardenalicio tras la renuncia del papa Francisco por motivos de salud. Su elección ha sido recibida con entusiasmo tanto en Estados Unidos como en diversos sectores eclesiásticos que valoran su enfoque pastoral y su compromiso con las reformas internas.
Si bien Trump no ocupa actualmente un cargo público, su opinión sigue teniendo peso en la política estadounidense y sus declaraciones suelen marcar agenda. La posibilidad de un encuentro entre el expresidente y el papa León XIV despierta expectativas sobre la naturaleza de la futura relación entre el Vaticano y Estados Unidos en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, desafíos migratorios y debates sobre libertad religiosa.
Analistas consideran que el ascenso de un papa estadounidense podría tener implicaciones diplomáticas significativas, no solo en América, sino también en regiones donde la Iglesia Católica mantiene una fuerte presencia, como África, América Latina y Europa
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