Fobaproa bajo la lupa otra vez

Por Bruno Cortés

 

Parece que al Congreso se le volvió a prender el foco sobre una herida vieja que nunca ha terminado de sanar: el Fobaproa. Sí, ese rescate bancario de los años 90 que convirtió las deudas privadas en deuda pública, y que desde entonces seguimos pagando como si fuera una hipoteca eterna. Ahora, la diputada Dolores Padierna Luna, de Morena y vicepresidenta de la Mesa Directiva, quiere que se forme una comisión especial para investigar a fondo qué pasó realmente con ese dineral, quiénes se beneficiaron, y sobre todo, cómo frenar el goteo constante de recursos públicos que siguen yéndose por ese hoyo negro.

La idea es que esta comisión se incluya en la agenda del periodo extraordinario de sesiones que se espera para la primera quincena de junio. Aunque la Comisión Permanente no puede crear comisiones por sí sola, una vez que arranque el nuevo periodo en la Cámara de Diputados, Morena intentará meter el tema en la agenda si la Junta de Coordinación Política (la Jucopo) lo ve viable. Padierna, junto con el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, está preparando un documento técnico para justificar por qué urge reabrir el expediente Fobaproa.

Y es que el tema no es menor. Según explicó la legisladora, la deuda original del Fobaproa era de 552 mil millones de pesos, pero con intereses tramposos y pagos sin fin, ya se han pagado 2 billones, y todavía falta otro billón más por cubrir. Un agujero financiero que sigue creciendo, año con año, sin que nadie rinda cuentas ni se frene el desangre.

Padierna no se anduvo por las ramas: dijo que la idea es que, si se demuestra que hubo abusos, los responsables devuelvan lo que se llevaron, o que la banca se siente a negociar para parar estos pagos, porque ya no se justifica que el gobierno siga poniendo dinero en eso mientras el país enfrenta otras prioridades.

En medio de esto, también salió al tema el papel del expresidente Ernesto Zedillo, bajo cuyo gobierno nació el Fobaproa. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, pidió a los legisladores que antes de lanzarse a crear comisiones para investigarlo, lean el informe de la Auditoría Superior de la Federación de 1998. Pero Padierna dejó claro que no basta con lo que hizo la ASF hace más de dos décadas ni con una auditoría como la que realizó Michael W. Mackey: «se necesita ir al 100 por ciento de la investigación» para que, ahora sí, se sepa toda la verdad.

Por otro lado, Padierna adelantó que en ese mismo periodo extraordinario se discutirán cuatro leyes pendientes, dos relacionadas con el Sistema Nacional de Seguridad Pública y otras dos del ámbito judicial. Pero, sin duda, el tema que más puede encender los ánimos —tanto políticos como ciudadanos— es el del Fobaproa. Porque, al final, esa cuenta la seguimos pagando todos, aunque muchos ya ni recuerden de dónde salió.

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