Por Juan Pablo Ojeda
Los Angeles Chargers tuvieron que sufrir más de lo previsto para salir vivos ante unos Philadelphia Eagles que vienen en picada, pero que aún así los hicieron sudar hasta el último instante. El partido tuvo de todo: errores, intercepciones, castigos, jugadores tocados e incluso una jugada digna de la videoteca de locuras de la NFL. Aun con tantas turbulencias, los Chargers lograron imponerse gracias, en buena parte, a un cierre defensivo que terminó por exponer la que quizá fue una de las peores actuaciones de Jalen Hurts en su carrera.
El juego comenzó cuesta arriba para Philadelphia. La defensiva angelina salió agresiva, con Odafe Oweh marcando el tono temprano al capturar a Hurts y obligarlo a despejar. Los Chargers aprovecharon el impulso de inmediato: Kimani Vidal voló 60 yardas por la banda, dejó el balón a nada de la anotación y Justin Herbert, jugando entre molestias, encontró a Omarion Hampton solo rumbo a las diagonales para el primer touchdown.
Los Eagles reaccionaron en silencio pero efectivos, con Jake Elliott sumando puntos y Saquon Barkley recordando al corredor imparable que fue en 2024. Después de ese intercambio inicial, las defensivas comenzaron a mandar, y ahí llegó una de las jugadas más caóticas del año: Hurts fue interceptado por Da’Shawn Hand; Hand perdió el balón en plena carrera; Hurts lo recuperó… solo para volver a perderlo, y acabar en manos de Troy Dye. Una escena digna de comedia si no fuera porque cada error hundía más a los Eagles.
La tormenta siguió. Hurts lanzó otra intercepción, Herbert respondió con un balón suelto, la defensa de Philadelphia recuperó… y luego Herbert devolvió la cortesía con una intercepción de Adoree’ Jackson. Para cuando se llegó al descanso, ya había seis intercambios de balón, algo que no se veía en toda la temporada.
El cierre fue igual de dramático. Elliott falló un gol de campo al final del segundo cuarto, pero después se reivindicó con uno de 54 yardas. En la primera serie del último cuarto llegó la jugada que revivió a los Eagles: Barkley, con un engaño de tush push, rompió la línea como si fuera de papel y se escapó 52 yardas para el primer touchdown de Philadelphia, una jugada que recordó su grandeza y puso a temblar a la afición local.
Los Eagles tuvieron incluso una oportunidad más cuando Hurts empezó a encontrar a Dallas Goedert con pases cortos y precisos. Todo pintaba para un cierre cardíaco, hasta que el mismo Hurts terminó por sellar la noche con su cuarta intercepción. Tony Jefferson, héroe silencioso del partido, leyó perfecto el pase y cortó de raíz cualquier intento de remontada. Fue la daga final para Philadelphia, que suma ya su tercera derrota consecutiva.
Los Chargers, con todo y errores, supieron aguantar gracias a su defensa y a un Herbert que, aun limitado físicamente, logró mantener a flote a su equipo. Los Eagles, mientras tanto, salen del encuentro con más preguntas que respuestas. Y aunque todavía están en la pelea, la actuación de Hurts dejó claro que su nivel está lejos del que los llevó a competir por la NFC hace apenas dos años.
















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