Por Bruno Cortés
El asesinato de Carlos Manzo, presidente municipal de Uruapan, encendió las alarmas políticas en el Congreso. Desde San Lázaro, el diputado Federico Döring, del PAN, lanzó fuertes críticas contra el gobierno federal y aseguró que no fue solo el crimen organizado quien le quitó la vida al alcalde, sino también la indiferencia y la falta de apoyo de las autoridades de seguridad. Dijo que Manzo pidió ayuda, que denunció lo que no funcionaba en Michoacán y en el país, pero que nadie lo escuchó. Y que ahora el gobierno solo responde con discursos y propaganda, pero sin resultados.
Döring no se quedó ahí. Señaló directamente a la presidenta de la República y a su gabinete de seguridad, a quienes responsabilizó por omisión, negligencia y falta de empatía. Afirmó que esta tragedia es consecuencia de una estrategia de seguridad que ha dejado solos a los municipios frente al crimen, mientras desde Palacio Nacional se sostiene un modelo que prioriza a las fuerzas armadas por encima de las policías civiles. Según el diputado, el llamado “Plan C” terminó por fortalecer al Ejército y dejar sin recursos a las corporaciones municipales, que son las primeras en enfrentar la violencia.
También lanzó críticas al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, de quien exigió su renuncia porque —según dijo— no tiene capacidad para gobernar ni garantizar seguridad. Y acusó que en el estado las cifras de homicidios y desapariciones no han bajado, solo se han maquillado para que luzcan mejor.
En medio de esta tensión, el PAN adelantó que en el debate del Presupuesto de Egresos 2026 pugnará por destinar más recursos a las policías municipales. La idea es fortalecer a los gobiernos locales para que no dependan exclusivamente del Ejército o la Guardia Nacional, y puedan responder con mejores salarios, capacitación y equipamiento. Para ellos, si no se invierte desde lo local, seguirán los asesinatos de autoridades como el de Uruapan.
Sobre las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien dijo que hay campañas en redes sociales buscando desprestigiar a su gobierno, Döring respondió que eso no puede ser excusa para no asumir responsabilidades. Criticó lo que llamó una actitud de censura e intimidación hacia quienes se expresan en redes, y advirtió que el gobierno no puede pedir disculpas a quienes están señalando su falta de resultados.
El mensaje del diputado fue claro: el país no puede normalizar que maten alcaldes por decir la verdad o por pedir ayuda, y el presupuesto no puede seguir apostando solo a lo militar, sino a fortalecer a quienes están en primera línea, las policías locales.















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