Por Bruno Cortés
La Cámara de Diputados se vistió de naranja y diversidad. En el corazón de San Lázaro, la diputada Ivonne Ortega Pacheco, coordinadora del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC), encabezó el Encuentro Nacional de la Comisión Técnica de Diversidad Sexual, un espacio pensado no solo para hablar de derechos, sino para convertir las palabras en leyes, presupuestos y políticas públicas reales que protejan y reconozcan a todas las personas, sin importar su identidad o a quién amen.
“Los derechos no se agradecen ni se anuncian, se ejercen”, dijo Ortega con tono firme, dejando claro que la inclusión no se trata de discursos, sino de acciones concretas. La legisladora y exgobernadora de Yucatán fue enfática: México no puede hablar de justicia si no garantiza los derechos de todas las personas, especialmente de aquellas que por años han sido invisibilizadas o discriminadas.
La escena fue más que simbólica: diputadas, activistas, representantes de colectivos y líderes sociales reunidos bajo un mismo mensaje —libertad, igualdad e inclusión—. Ortega reconoció que aún hay resistencias profundas en el país. Persisten los discursos de odio disfrazados de opinión, la violencia sigue arrebatando vidas y muchas veces la indiferencia institucional agrava la exclusión. Por eso, la diputada lanzó un llamado a no normalizar la discriminación.
“En la bancada naranja creemos en un país donde cada persona pueda ser y decidir en libertad”, expresó, entre aplausos, al destacar que Movimiento Ciudadano buscará consolidar una nación inclusiva en la que “la libertad de ser y decidir” sea un derecho irrenunciable.
Durante el encuentro, la diputada Laura Hernández García, secretaria de la Comisión de Diversidad, subrayó que el avance ha sido fruto del trabajo en equipo. “Tendremos pocos recursos, pero somos efectivos y estamos en la lucha para entender en dónde estamos, a dónde vamos y qué podemos construir juntos”. Una frase que resume bien la estrategia de MC: hacer mucho con poco, pero con enfoque y convicción.
También tomó la palabra Patricia Mercado Castro, una de las voces más reconocidas en temas de derechos humanos y libertades individuales dentro del Congreso. La legisladora advirtió sobre el auge de movimientos antiderechos tanto en México como en otros países, que amenazan los avances logrados. Frente a ese panorama, dijo, es indispensable sostener el diálogo con evidencia, conocimiento y empatía para que las leyes reflejen la realidad y defiendan a quienes históricamente han sido discriminados.
Mercado celebró además la carta que el coordinador nacional de MC, Jorge Álvarez Máynez, envió a la presidenta Claudia Sheinbaum, reafirmando el compromiso del partido con una agenda progresista, plural y con respeto al debate democrático. Para ella, ese gesto político representa más que un intercambio institucional: es una muestra de que aún hay espacios donde la política puede ser puente, no muro.
Uno de los puntos más destacados del encuentro fue la iniciativa presentada por Laura Hernández para reformar el artículo 1º de la Constitución y prohibir expresamente la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género. Esta propuesta, explicaron, no solo refuerza el marco jurídico nacional, sino que también puede inspirar a los congresos locales a avanzar en el mismo sentido, pues los derechos humanos son progresivos y su protección no admite retrocesos.
La diputada Hernández ha sido una de las más activas en visibilizar temas poco discutidos como la bisexualidad, y su trabajo dentro de la Comisión de Diversidad ha impulsado debates que hasta hace pocos años parecían imposibles dentro del Congreso.
Mercado recordó que esta Legislatura tiene un margen limitado para aprobar reformas que no provengan del Ejecutivo Federal, pero insistió en que eso no debe frenar la agenda de derechos. Lo importante, dijo, es construir alianzas entre partidos y sociedad civil, como ocurrió con la lucha contra las terapias de conversión (ECOSIG), una batalla que tardó seis años en ganar terreno, pero que demostró que la constancia puede vencer los prejuicios.
El encuentro cerró con una invitación abierta al público: la presentación del libro “¿La ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual”, de la antropóloga Marta Lamas, en la misma Cámara de Diputados. Un evento que, más allá de lo académico, se inscribe en la misma línea de reflexión: cómo entender la diversidad sin miedo, con respeto y con conocimiento.
Lo que ocurrió en San Lázaro no fue solo una reunión más. Fue una muestra de que, incluso en un Congreso polarizado, todavía hay espacio para hablar de libertad, amor y dignidad con la seriedad y el compromiso que merecen.















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