Por Juan Pablo Ojeda
Los fraudes digitales evolucionan a pasos agigantados y hoy presentan una amenaza más sofisticada que nunca: los deepfakes. Gracias al uso de inteligencia artificial (IA), los ciberdelincuentes ahora no sólo roban identidades, también las fabrican, creando videos y audios falsos que simulan de manera casi perfecta a personajes famosos para ganar la confianza de los usuarios… y vaciar sus cuentas bancarias.
Este tipo de contenido manipulado digitalmente ha dejado de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en un método eficaz de engaño masivo. Según datos recientes de Kaspersky, en México el 72% de las personas no sabe qué es un deepfake, y el 62% desconoce cómo identificar uno. Esa falta de conocimiento ha sido aprovechada por los estafadores, quienes han incrementado en 220% el uso de este tipo de herramientas en fraudes durante 2024.
Deepfakes: ¿cómo engañan a las víctimas?
Los deepfakes más comunes circulan en redes sociales, plataformas de mensajería y sitios web falsos. Suelen mostrar a celebridades o figuras públicas recomendando productos “milagro”, inversiones fraudulentas, o juegos en línea que prometen grandes recompensas. Lo alarmante es que muchos usuarios caen en el engaño, ingresan datos personales o bancarios en sitios apócrifos, o incluso realizan compras de productos inexistentes.
“Estas estafas no solo son posibles por la tecnología, sino porque muchas personas aún no saben que existen o cómo reconocerlas. Hoy, informarse es también una forma de defensa personal”, advierte Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad en Kaspersky.
Cómo identificar un deepfake: señales clave
Para evitar caer en este tipo de trampas, los expertos recomiendan prestar atención a los siguientes detalles:
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Movimientos oculares y labiales anómalos: si la persona parpadea de forma extraña o sus labios no están sincronizados con el audio, podría tratarse de un video manipulado.
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Iluminación y sombras poco naturales: una iluminación en el rostro distinta al fondo o sombras mal posicionadas pueden delatar un montaje.
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Audio artificial o mal sincronizado: voces robóticas, cortes abruptos o desajustes entre el audio y los labios suelen ser señales de alerta.
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Bordes borrosos y gestos rígidos: los pixeles distorsionados alrededor del rostro o movimientos corporales poco naturales también son indicadores.
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Verifica la fuente: antes de compartir o creer en un video, comprueba si fue publicado en canales oficiales. Si solo circula en cuentas sospechosas o reenviados, probablemente sea falso.
Educación digital, clave para prevenir fraudes
El auge de los deepfakes evidencia una necesidad urgente de educación digital. Reconocer los riesgos tecnológicos y aprender a navegar con mayor criterio en internet es tan importante como tener un antivirus.
La recomendación general es simple: duda antes de confiar, verifica antes de compartir. En la era de la inteligencia artificial, protegerse también significa informarse.
















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