Por Juan Pablo Ojeda
Vin Diesel, protagonista de la saga Rápidos y Furiosos, consiguió una victoria parcial en los tribunales. Un juez de Los Ángeles desestimó cuatro cargos por discriminación laboral en su contra, presentados por su exasistente, Asta Jonasson. Sin embargo, el actor aún enfrenta acusaciones más graves, incluyendo agresión sexual y despido injustificado.
La demanda, interpuesta en 2023, incluye un presunto incidente ocurrido en 2010 durante el rodaje de Fast Five, cuando, según la denunciante, Diesel la acorraló en una suite de hotel y se masturbó frente a ella. Al día siguiente, Jonasson fue despedida por una llamada de Samantha Vincent, hermana del actor y presidenta de su productora, One Race Productions.
Este martes, el juez Daniel M. Crowley emitió un fallo tentativo en el que eliminó los cargos relacionados con la Ley de Vivienda y Empleo Justo de California (FEHA), argumentando que la demandante no presentó a tiempo la queja administrativa obligatoria.
Pese a ello, el caso no se cierra: siguen vigentes los cargos por agresión sexual, despido injustificado, represalias, angustia emocional y negligencia por parte de la empresa. La demanda también incluye a One Race Productions como coacusada.
El abogado de Diesel, Bryan Freedman, aseguró a People que presentarán pruebas que demostrarán que “las acusaciones ficticias no ocurrieron” y que esperan terminar con el resto de la demanda “presentada maliciosamente”.
Por otro lado, el abogado de Jonasson, Matthew T. Hale, expresó su desacuerdo con la decisión del juez, pero aseguró que seguirán defendiendo enérgicamente los derechos de su cliente, y que el proceso judicial aún está lejos de concluir.
Mientras tanto, el caso pone a Vin Diesel en el centro de la atención pública, no solo por sus películas, sino por enfrentar un proceso legal que podría escalar si se confirma la validez de los señalamientos.
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