Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes un memorando presidencial que marca un giro drástico en la política estadounidense hacia Cuba, reinstalando medidas de presión económica y control sobre transacciones financieras y turísticas, en una clara ruptura con el acercamiento impulsado durante la administración de Joe Biden.
De acuerdo con un comunicado oficial de la Casa Blanca, el documento tiene como objetivo “poner fin a las prácticas económicas que benefician desproporcionadamente al gobierno, las fuerzas armadas, las agencias de inteligencia o de seguridad cubanas a expensas del pueblo cubano”.
Uno de los ejes centrales de esta nueva política es la prohibición de cualquier transacción financiera, directa o indirecta, con entidades controladas por los militares cubanos, entre ellas el poderoso Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) y sus empresas afiliadas. Esta corporación, considerada una de las principales fuentes de ingresos del gobierno cubano, administra sectores estratégicos como el turismo, las telecomunicaciones y los servicios logísticos.
Además, la Casa Blanca anunció que se reforzará la prohibición legal del turismo estadounidense a Cuba, implementando auditorías periódicas y requiriendo que los ciudadanos que viajen a la isla mantengan un registro detallado de todas sus transacciones durante al menos cinco años.
Estas medidas entrarán en vigor en los próximos 30 días y representan un respaldo firme al embargo económico que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de seis décadas. También reafirman la posición de la administración Trump contra los intentos internacionales por levantar ese bloqueo, como las resoluciones de condena en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El memorando exige, además, una revisión de los abusos a los derechos humanos en Cuba, incluidas denuncias por detenciones arbitrarias y tratos inhumanos, y solicita un informe oficial sobre los fugitivos de la justicia estadounidense que se encuentran en territorio cubano o que han sido protegidos por el régimen.
Esta decisión revierte los alivios parciales impuestos por Biden, que durante su gestión permitió el incremento de vuelos, el envío de remesas y otras actividades comerciales. La Casa Blanca justificó el endurecimiento afirmando que el enfoque anterior “alivió la presión sobre el régimen cubano”, sin mejoras significativas en la situación de derechos humanos ni libertades políticas en la isla.
Con esta acción, Trump continúa perfilando una política exterior firme y alineada con su visión de “América primero”, reafirmando su postura crítica hacia gobiernos que considera autoritarios, en vísperas de su posible reelección en 2028.
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