Sheinbaum y Trump reanudan diálogo comercial; Ebrard viaja a Washington por aranceles

Por Juan Pablo Ojeda

 

Este jueves 22 de mayo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, sostuvo una nueva llamada telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, centrada en la agenda económica bilateral. Aunque la mandataria no detalló acuerdos concretos, sí dejó claro que el diálogo sigue abierto y con buen tono entre ambos gobiernos.

“Movimos un poco la conferencia porque tuvimos una llamada temprano con el presidente Trump”, dijo Sheinbaum al inicio de su tradicional conferencia matutina desde Palacio Nacional.

Entre los puntos tratados con su homólogo estadounidense, mencionó los aranceles al acero, aluminio y al sector automotriz, temas que han sido históricamente sensibles en la relación comercial entre ambos países.

En ese contexto, la presidenta anunció que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington este viernes para continuar con las negociaciones. El objetivo es reducir tensiones comerciales y asegurar condiciones justas para los productos mexicanos.

“Va a haber otras llamadas. En principio seguimos hablando sobre el tema del comercio, de los aranceles. En el caso de lo automotriz tenemos una situación muy preferencial para México, aunque quisiéramos más, pero lo tenemos”, comentó Sheinbaum, reconociendo que el país cuenta con ventajas, aunque busca aún mejores condiciones.

La mandataria evitó entrar en detalles sobre otros temas discutidos con Trump, argumentando que es preferible esperar a que se concreten los acuerdos antes de hacerlos públicos. “Hay algunos otros temas que planteamos, no quisiera yo abundar mucho más hasta llegar a un acuerdo”, dijo.

Esta conversación se produce apenas tres semanas después de una primera llamada entre ambos mandatarios, lo que indica una dinámica activa en las comunicaciones diplomáticas y comerciales en esta nueva etapa de la relación bilateral.

El tono de Sheinbaum fue mesurado, sin confrontación y con énfasis en mantener una relación “de buena comunicación” con Estados Unidos, especialmente en vísperas de temas clave como los flujos comerciales, la estabilidad industrial y las políticas de exportación.

El viaje de Ebrard se perfila como una pieza importante en la estrategia económica del gobierno mexicano para preservar la competitividad del país en sectores estratégicos y garantizar que la relación con el vecino del norte continúe basada en el diálogo y la cooperación.

La agenda bilateral continúa avanzando, y México se juega mucho en estos encuentros: estabilidad comercial, protección de sus industrias clave y, en el fondo, su papel en el nuevo orden económico norteamericano.

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