Por Juan Pablo Ojeda
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó este lunes lo que había anticipado hace unos días: ya presentó una demanda por difamación contra Jeffrey Lichtman, el abogado de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y figura clave del grupo criminal conocido como Los Chapitos.
La mandataria fue directa al responder a las acusaciones lanzadas por Lichtman en medios estadounidenses, luego de que Ovidio se declarara culpable ante una corte de Chicago el pasado viernes 11 de julio. “Ya se puso la demanda, la Consejería Jurídica”, afirmó Sheinbaum sin rodeos durante su conferencia matutina.
El conflicto se encendió cuando, tras la declaración de culpabilidad de Guzmán López por narcotráfico —incluido el fentanilo— y crimen organizado, Lichtman acusó al Gobierno mexicano de proteger a otros presuntos criminales dentro del país. Además, sugirió que México violó acuerdos bilaterales al haber exonerado, durante el sexenio anterior, al general Salvador Cienfuegos, quien fue detenido en EE.UU. en 2020 y posteriormente devuelto a México sin cargos.
Claudia Sheinbaum fue enfática: no establecerá diálogo alguno con el abogado, dejando claro que no permitirá que se ponga en duda la actuación del Estado mexicano ni la soberanía del país en asuntos de justicia. La jefa del Ejecutivo también destacó que este tipo de declaraciones buscan desacreditar al Gobierno y desviar la atención del verdadero hecho: que Ovidio Guzmán aceptó colaborar con las autoridades estadounidenses como parte de su proceso judicial.
El caso ha generado una ola de reacciones en ambos lados de la frontera. En Estados Unidos, la jueza Sharon Coleman fijó un plazo de seis meses para dictar sentencia contra Guzmán López, quien probablemente evitará la cadena perpetua a cambio de su cooperación. El fiscal solicitó una multa de 80 millones de dólares, pero será la jueza quien defina el monto final y los términos exactos de su condena.
Mientras tanto, en México, la decisión de la presidenta de acudir a tribunales por difamación marca una postura firme frente a presiones y declaraciones extranjeras, reafirmando que el país no tolerará injerencias ni acusaciones infundadas.
El mensaje de Sheinbaum es claro: el combate al narcotráfico y la relación con Estados Unidos deben estar guiados por el respeto mutuo y el Estado de Derecho, no por declaraciones de litigantes que buscan proteger a sus clientes lanzando lodo a las instituciones mexicanas.
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