Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, respaldó este martes la apertura de investigaciones contra funcionarios, políticos y elementos de seguridad que presuntamente recibieron sobornos de Ismael “Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, recientemente declarado culpable por un tribunal federal de Nueva York.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum fue tajante al señalar que su Gobierno no permitirá la colusión entre autoridades y el crimen organizado, particularmente en temas relacionados con la seguridad pública.
“Por supuesto que estamos en contra de cualquier soborno o acto de corrupción que tenga que ver particularmente con el tema de seguridad (…) nunca vamos a estar de acuerdo con la colusión del crimen y ningún miembro del servicio público”, declaró la mandataria en su conferencia matutina.
El Mayo se declara culpable… y admite corrupción en México
El respaldo de la presidenta se da tras la histórica declaración de culpabilidad de Ismael Zambada García en una corte estadounidense, donde admitió haber dirigido el Cártel de Sinaloa durante más de cinco décadas, y reconoció abiertamente haber corrompido a policías, militares y políticos en México.
En una audiencia celebrada en Nueva York, Zambada se declaró culpable de lavado de dinero y uso de armas de fuego, aunque originalmente enfrentaba 17 cargos. Su sentencia será dictada el 13 de enero de 2026, y cada delito podría implicar cadena perpetua.
Durante su declaración, Zambada no solo reconoció su rol como líder del cártel, sino también la dimensión de la red criminal que creó:
“Durante más de cincuenta años creé una gran red criminal conocida como el Cártel de Sinaloa (…) Reconozco el gran daño que las drogas han provocado a Estados Unidos, México y otros lugares. Asumo la responsabilidad y pido perdón a quienes se hayan visto afectados por mis acciones”, expresó el narcotraficante.
Investigación podría alcanzar a políticos mexicanos
El reconocimiento de corrupción sistemática dentro de instituciones mexicanas reaviva el debate sobre la infiltración del crimen organizado en las estructuras del Estado, un fenómeno que ha sido señalado por años y que ahora podría tener consecuencias legales a raíz de esta confesión.
La administración de Sheinbaum, recién iniciada, se enfrenta al reto de tomar distancia del pasado y garantizar que no haya protección política para quienes hayan colaborado con el narcotráfico.
Aunque hasta el momento no se han revelado nombres específicos de los funcionarios o políticos implicados en los sobornos, la declaración del Mayo Zambada podría detonar una ola de investigaciones tanto en México como en Estados Unidos.
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