Por Juan Pablo Ojeda
En un gesto de respaldo abierto y con visión internacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo expresó públicamente su apoyo a Alicia Bárcena Ibarra, actual titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), como una posible sucesora de Antonio Guterres en la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Es una extraordinaria mujer y si ella lo deseara, podría ser una gran Secretaria General de Naciones Unidas”, dijo Sheinbaum durante una conferencia desde Palacio Nacional, dejando ver que la diplomacia mexicana está abierta a impulsar una candidatura femenina y latinoamericana de peso.
“Es tiempo de mujeres”
La presidenta subrayó que Bárcena no solo es una funcionaria con trayectoria política, sino una científica ambientalista con un profundo conocimiento técnico, experiencia internacional y visión social. “Ella es bióloga, inició su carrera con temas ambientales y luego fue directora de la CEPAL, donde colocó la desigualdad como tema central en América Latina”, recordó Sheinbaum.
Este respaldo no es nuevo. En diciembre de 2024, la entonces presidenta electa ya había señalado que era hora de que una mujer encabezara la ONU, pues desde su fundación, ninguna ha ocupado el puesto más alto del organismo.
Alicia Bárcena no está sola
Aunque Bárcena aún no ha confirmado oficialmente una candidatura, su nombre figura entre las posibles aspirantes. En junio pasado, durante el Expansión ESG Summit, ella misma reconoció que su nombre —junto con el de otras líderes como Michelle Bachelet (Chile), Rebeca Grynspan (UNCTAD) y Mía Mottley (Barbados)— ha sido considerado para el relevo de Guterres, cuyo mandato concluye el 31 de diciembre de 2026.
“Ya le toca a América Latina y el Caribe”, dijo Bárcena, aunque también fue clara en que para contender no basta el interés personal: es indispensable el respaldo diplomático del Estado mexicano, así como presentar propuestas sólidas de transformación para la ONU.
El proceso de elección
El camino hacia la Secretaría General de la ONU no es sencillo. Implica un proceso de seis pasos, que inicia con la publicación de una carta conjunta por parte de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, la presentación formal de candidaturas, diálogos con los Estados miembros y la recomendación final del Consejo de Seguridad. Finalmente, la Asamblea General vota y nombra oficialmente al nuevo Secretario General.
Un perfil con peso internacional
Bárcena no solo dirige la política ambiental en México; es una voz reconocida globalmente por su liderazgo en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde puso sobre la mesa temas clave como el desarrollo sustentable, la justicia climática y la reducción de desigualdades.
Con el apoyo público de Sheinbaum y un historial profesional destacado, Alicia Bárcena podría estar más cerca que nunca de aspirar a uno de los cargos más influyentes del escenario internacional. Y si la política mundial se alinea, podría convertirse en la primera mujer y primera latinoamericana en ocupar ese puesto.
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