Sheinbaum ofrece diálogo a la CNTE en medio de bloqueos

Por Juan Pablo Ojeda

 

En medio de una creciente tensión por las protestas y bloqueos encabezados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró que la mesa de diálogo está abierta para escuchar las demandas del magisterio, que desde el pasado 15 de mayo mantiene un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México y amenaza con intensificar sus movilizaciones justo el 1 de junio, día clave en el que se celebrará la primera elección del Poder Judicial.

Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum dejó en claro que el gobierno federal está dispuesto a dialogar: “La mesa está abierta. Nosotros siempre vamos a abrirnos al diálogo”, señaló. La mandataria incluso reveló que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ya envió un oficio formal a la CNTE, convocándolos a una reunión para este miércoles 28 de mayo.

“Ellos ya tienen por escrito la invitación. Tienen que tomar la decisión de si quieren dialogar o no. Porque si están pidiendo diálogo y luego no asisten, pues entonces hay que preguntarse por qué”, expresó la presidenta, recordando que ya habían sido citados a una reunión anterior el 8 de mayo, pero no se presentaron.

Sheinbaum también criticó algunas de las acciones recientes de la CNTE, especialmente la protesta frente al Instituto Nacional Electoral (INE), una institución que —dijo— no tiene nada que ver con las demandas laborales. “Las protestas deben ir enfocadas en donde realmente hay capacidad de respuesta”, sentenció.

Las demandas del magisterio no son menores: la abrogación de las reformas de pensiones de 1997 y 2007, un aumento salarial del 100% y una nueva política laboral que reconozca su trabajo como eje central del sistema educativo. Aunque el 15 de mayo Sheinbaum anunció un aumento salarial del 9% retroactivo al 1 de enero y 1% más a partir de septiembre, los maestros lo consideran insuficiente y han endurecido su postura.

En paralelo, las protestas se han expandido por todo el país, afectando vialidades, oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y medios de comunicación. El creciente malestar ha puesto presión sobre el gobierno en un momento políticamente delicado, a solo días de las elecciones que Sheinbaum misma impulsó como parte de su reforma judicial, un cambio estructural que, entre otras cosas, permitirá que la ciudadanía elija directamente a jueces y magistrados.

Con el 1 de junio cada vez más cerca y la amenaza de boicot a las elecciones en el aire, el llamado al diálogo cobra una urgencia mayor. Sheinbaum apuesta por la vía institucional, pero todo apunta a que el conflicto con la CNTE será uno de los primeros grandes retos de su administración.

La pregunta ahora es si habrá voluntad de ambas partes para sentarse, ceder y construir acuerdos. Porque más allá de la coyuntura electoral, el fondo del conflicto sigue siendo el mismo: una deuda histórica con el magisterio, que no se resuelve con discursos, sino con hechos.

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