Por Juan Pablo Ojeda
En medio de crecientes tensiones diplomáticas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, volvió a rechazar de forma categórica las acusaciones lanzadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que vinculan a tres instituciones financieras mexicanas —CI Banco, Intercam y Vector Casa de Bolsa— con presuntas actividades de lavado de dinero ligado al crimen organizado.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum fue clara: ni la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), ni la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) han encontrado pruebas que respalden los señalamientos estadounidenses. Aseguró que, hasta el momento, no existen indicios de que estas entidades estén involucradas con grupos criminales o hayan cometido delitos financieros graves.
“Ningún indicio. La UIF sigue investigando, también la Secretaría de Hacienda, pero no hay evidencia de vínculos con la delincuencia organizada”, sentenció la mandataria. Añadió que incluso con la nueva Ley Antilavado recientemente aprobada, que otorga mayores herramientas a la UIF, no se ha encontrado nada que sustente las acusaciones.
Las declaraciones de Sheinbaum surgen después de que la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense incluyera a las tres instituciones mexicanas en una lista negra por presuntamente lavar dinero vinculado al tráfico de fentanilo y a sobornos relacionados con el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
En particular, el informe de FinCEN apunta a que Vector Casa de Bolsa habría canalizado más de 40 millones de dólares entre 2013 y 2019, presuntamente como parte de un esquema de pagos ilícitos al entonces alto funcionario mexicano, ahora preso en EE.UU. por sus nexos con el Cártel de Sinaloa.
Sheinbaum recordó que casos como el de Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, demuestran que no siempre las acusaciones estadounidenses vienen acompañadas de pruebas sólidas. “No se puede actuar sin pruebas contundentes”, subrayó.
Por su parte, Vector Casa de Bolsa emitió un comunicado en el que niega rotundamente cualquier vínculo con actividades ilícitas. “Rechazamos categóricamente cualquier imputación que comprometa nuestra integridad institucional. Operamos bajo estrictos estándares regulatorios y de auditoría”, enfatizó la firma, con más de cinco décadas de trayectoria en el mercado financiero mexicano.
El Gobierno de México ha insistido en que está abierto a colaborar con las autoridades estadounidenses, siempre que exista respeto mutuo, intercambio de información claro y pruebas verificables. “México no se subordina a nadie. Somos un país libre, soberano e independiente”, concluyó Sheinbaum, en respuesta a la presión mediática y política que ha surgido tras las sanciones del Tesoro.
Por ahora, las investigaciones siguen su curso, pero el mensaje del gobierno mexicano es claro: sin pruebas, no hay delito que perseguir.
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