Por Juan Pablo Ojeda
En Palacio Nacional, con tono firme y directo, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro que México no aceptará acusaciones sin pruebas. La jefa del Ejecutivo federal exigió al Departamento del Tesoro de Estados Unidos presentar evidencia concreta sobre las recientes sanciones impuestas a tres instituciones financieras mexicanas —CIBanco, Intercam Banco y Vector Casa de Bolsa— acusadas de participar en operaciones de lavado de dinero vinculado al tráfico de fentanilo.
El señalamiento estadounidense llegó acompañado de sanciones bajo la nueva legislación FEND Off Fentanyl, que amplía las facultades de EE.UU. para combatir el financiamiento del narcotráfico. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, estas instituciones habrían facilitado el movimiento de millones de dólares para los cárteles, convirtiéndose en “engranajes vitales de la cadena de suministro del fentanilo”.
Sheinbaum, sin rodeos, respondió en la mañanera: “Hasta ahora el Departamento del Tesoro no ha enviado ninguna prueba que indique que hay lavado de dinero. Si hay pruebas, se actúa. Si no hay pruebas, no se puede actuar”. Y remarcó que el gobierno mexicano no solapa a nadie, pero tampoco se presta a actuar solo por presión o dichos sin sustento legal.
Para reforzar su argumento, recordó el caso del general Salvador Cienfuegos, acusado por Estados Unidos en 2020 de vínculos con el narcotráfico, y posteriormente exonerado tras no encontrarse pruebas concluyentes. “No lo negamos ni lo aceptamos, simplemente no hay pruebas”, subrayó la presidenta, insistiendo en que México colabora, pero no se subordina.
“México no se subordina a nadie. No somos piñata de nadie. A México se le respeta”, lanzó Sheinbaum, en una de las frases más destacadas del día, dejando claro que su administración mantendrá una postura de dignidad y soberanía frente a cualquier país, incluyendo su principal socio comercial.
Aunque Sheinbaum reconoció que hay buena coordinación en materia de seguridad y combate al crimen organizado con EE.UU., fue enfática en que no se puede proceder legalmente sin pruebas claras: “Vamos a seguir pidiendo las pruebas. No se puede acompañar un proceso si no hay fundamentos”.
Finalmente, la presidenta defendió la solidez del Sistema Financiero Mexicano, al que calificó como fuerte, regulado y comprometido en la lucha contra el lavado de dinero. Aseguró que en México hay múltiples acciones en marcha para prevenir y castigar este delito, y que cualquier caso comprobado será atendido con rigor, sin importar quién esté involucrado.
El mensaje de Sheinbaum deja una doble señal: México seguirá colaborando con Estados Unidos en el combate al crimen trasnacional, pero lo hará en sus propios términos, con respeto mutuo y apegado al derecho. En la relación bilateral no hay subordinación —hay diálogo, pero con pruebas sobre la mesa.
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