Sheinbaum deja al Congreso decidir uso de toga en la SCJN

Por Juan Pablo Ojeda

 

En la conferencia matutina de Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aclaró que la decisión sobre el uso de la toga por parte de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) corresponde al Congreso de la Unión y no al Poder Ejecutivo.

“La verdad, no lo hemos revisado. Se lo dejamos al Congreso. No creo que le corresponda al Ejecutivo definirlo”, explicó Sheinbaum, enfatizando que un juez no se define por su vestimenta, sino por su honestidad y conocimiento para impartir justicia.

Un buen juez, dijo la mandataria, “no se define por una toga y un birrete, se define por su honestidad, su conocimiento y cómo aplica la justicia”. Recordó también que la toga y el birrete son protocolos que vienen de épocas pasadas, y que tristemente “hay muchos jueces corruptos que usan toga y birrete”.

Por su parte, el próximo ministro presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar Ortiz, anunció que a partir del 1 de septiembre no usará toga durante las sesiones del Pleno. En su lugar, considera portar vestimenta propia de los pueblos y comunidades indígenas, siguiendo una petición que recibió durante su campaña.

“Me pidieron que no me convierta en un funcionario tradicional, porque hemos visto casos donde personas indígenas que llegan a espacios de poder se olvidan de sus bases”, explicó Aguilar Ortiz, mostrando así un gesto de respeto y cercanía con las comunidades originarias del país.

En paralelo, los senadores de Morena, Laura Estrada Mauro y Antonino Morales, junto con Luis Alfonso Silva Romo del Partido Verde, presentaron una iniciativa ante la Comisión Permanente para eliminar el uso obligatorio de la toga por parte de los ministros de la SCJN, lo que apunta a una posible reforma para modernizar la imagen y protocolos del máximo tribunal del país.

Este debate refleja una discusión más amplia sobre la renovación de las instituciones mexicanas y cómo estas deben acercarse más a la realidad y diversidad cultural del país, sin perder el respeto y la dignidad que exige la impartición de justicia.

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