Por Juan Pablo Ojeda
El 1 de julio ya es fecha marcada en el calendario político de México. Y este 2025 no fue la excepción. A siete años del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, Morena volvió a salir a conmemorar lo que ellos llaman el inicio de una nueva era en la historia del país: la Cuarta Transformación, un movimiento político y social que, aseguran, cambió para siempre la manera de gobernar.
Desde Palacio Nacional, ahora con nueva inquilina, la presidenta Claudia Sheinbaum encabezó lo que llamó “La Mañanera del Pueblo”, para recordar el día en que AMLO ganó las elecciones presidenciales en 2018. Pero no solo fue un homenaje, fue también una reafirmación: “Nos toca construir el segundo piso de la Cuarta Transformación”, dijo con firmeza.
Sheinbaum aprovechó el momento para recordar que, aunque los retos son distintos, el compromiso sigue siendo el mismo: trabajar por el pueblo, priorizando a quienes menos tienen. Citó incluso el lema más emblemático del lopezobradorismo: “Por el bien de todos, primero los pobres”.
La presidenta también respondió a las críticas que la acusan de ser una figura sin autonomía y de seguir gobernando bajo la sombra de AMLO. Ella dejó claro que no se trata de una copia, sino de una continuidad con perspectiva propia. Asegura que su papel es consolidar lo logrado y llevarlo más lejos, con una visión moderna y de largo plazo para México.
En redes sociales, Sheinbaum también compartió un video emotivo donde se repasaron momentos clave del sexenio de López Obrador, desde su victoria en las urnas hasta las conferencias matutinas, giras por el país y programas sociales que marcaron su gobierno. Acompañó la publicación con un mensaje directo: “Este 1.° de julio celebramos orgullosamente el día de la revolución de las conciencias. ¡Que viva la Cuarta Transformación!”
Ya con nueve meses en la presidencia, Sheinbaum asume el liderazgo con su propio estilo, pero sin alejarse de las raíces del movimiento que la llevó al poder. Reitera que su administración será una etapa de consolidación y avance: menos promesas, más resultados. Dice que el reto ya no es demostrar que se puede ganar, sino que se puede gobernar mejor.
El movimiento guinda no solo celebra su pasado. Está enfocado en su futuro. Y según Sheinbaum, ese futuro empieza desde hoy.
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