Por Juan Pablo Ojeda
A poco más de dos meses de rendir su Primer Informe de Gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo descartó, al menos por ahora, realizar cambios en su Gabinete. Desde Palacio Nacional, la mandataria aseguró que está satisfecha con el desempeño de su equipo: “Es un buen Gabinete, todos trabajan muy bien”, declaró este miércoles entre risas y sin dejar espacio a rumores.
Incluso bromeó con los reporteros: “Si tuviera pensado algún cambio, no se los diría”, soltó, reafirmando así su estilo reservado en las decisiones de alto nivel, pero también mostrando confianza en su círculo más cercano de colaboradores.
Hasta la fecha, Sheinbaum solo ha realizado un ajuste de alto perfil: en marzo de este año, Edgar Amador asumió la Secretaría de Hacienda, tras la salida del reconocido economista Rogelio Ramírez de la O. Este cambio generó expectativas, ya que Ramírez de la O fue una figura clave en la transición económica entre la administración de López Obrador y la actual.
Además del relevo en Hacienda, algunos institutos y organismos también han visto movimientos en sus titulares. En abril, Francisco Garduño dejó el Instituto Nacional de Migración (INM), en medio de cuestionamientos y señalamientos por su gestión. Fue sustituido por el exgobernador de Puebla, Sergio Salomón, en una apuesta por mayor control político y administrativo en ese sector.
Ese mismo mes, Carlos Ulloa fue nombrado como nuevo titular de Laboratorios Birmex, tras la salida de Iván de Jesús Olmos, mientras que en julio se anunció el cambio en la dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): Diego Prieto fue relevado por el antropólogo Omar Vázquez Herrera.
A pesar de estos ajustes, Sheinbaum enfatizó que, de cara al 1 de septiembre, no tiene contemplados más movimientos. Esto podría interpretarse como una señal de estabilidad interna en su administración, o bien, como una estrategia para mantener cohesión rumbo al arranque formal del primer año legislativo, cuando también comenzarán a implementarse reformas clave, como la del Poder Judicial.
La presidenta parece decidida a mantener un mensaje de continuidad, eficiencia y lealtad en su equipo, al menos mientras no haya señales de lo contrario. Como dijo hoy con su característico tono firme: “Todos trabajan muy bien.”
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