Con 68 votos a favor, el Senado mexicano aprobó la creación de la Comisión Nacional Antimonopolio, sustituyendo a Cofece, para impulsar una economía más justa y competitiva.
En un paso decisivo hacia la modernización del marco regulatorio económico, el Senado de México aprobó el 28 de junio de 2025, con 68 votos a favor y 35 en contra, el dictamen que reforma la Ley Federal de Competencia Económica y la Ley Federal de Entidades Paraestatales. Esta reforma crea la Comisión Nacional Antimonopolio, un organismo que reemplazará a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), marcando un hito en la política económica del país.
La nueva Comisión Nacional Antimonopolio será un organismo público descentralizado con autonomía de gestión e independencia técnica. Su creación busca garantizar la libre competencia en todos los sectores económicos, incluyendo telecomunicaciones, con un enfoque en la eficacia institucional, la transparencia y la rendición de cuentas, alineándose con estándares internacionales.
La reforma cumple con los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que exige medidas robustas contra prácticas monopólicas. La nueva comisión separará las funciones de investigación y sanción, asegurando imparcialidad en sus resoluciones. Además, permitirá presentar denuncias ante la Fiscalía General de la República en casos de conductas delictivas, fortaleciendo el marco legal contra prácticas anticompetitivas.
Un aspecto clave es la introducción del principio de “preeminencia” del interés público, que obliga a evaluar el impacto de las prácticas económicas en el desarrollo, la seguridad nacional y la equidad social. Esto asegura que las empresas estatales mantengan un rol relevante en sectores estratégicos, promoviendo una economía más inclusiva.
La reforma también endurece las sanciones. Las empresas que incurran en prácticas monopólicas absolutas enfrentarán inhabilitaciones de entre seis meses y cinco años para participar en contrataciones públicas, disuadiendo conductas anticompetitivas. Asimismo, se incrementan las multas y se ajustan los umbrales para notificar concentraciones, agilizando los procesos regulatorios.
Otro beneficio es la promoción de la cooperación internacional. La Comisión Nacional Antimonopolio podrá establecer mecanismos formales con autoridades extranjeras, facilitando investigaciones transnacionales y asegurando el cumplimiento de compromisos globales. Además, se reducen los plazos para investigaciones y juicios, beneficiando a consumidores y empresas.
La nueva estructura aborda críticas sobre la efectividad de Cofece, buscando diversificar la producción nacional y apoyar la inserción de empresas mexicanas en el mercado global. Esto fomentará un entorno económico más dinámico y equitativo.
La reforma protege a sectores vulnerables, como artesanos y productores de marcas con denominación de origen, frente a prácticas desleales como el dumping. Esto fortalece la identidad nacional y la economía local, promoviendo una mayor equidad en el mercado.
En conclusión, la aprobación de esta reforma representa un avance significativo para México, al establecer un marco regulatorio más robusto y transparente. La Comisión Nacional Antimonopolio moderniza la política de competencia, protege a consumidores y productores, y promueve una economía más justa y competitiva.
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