Segunda marcha Gen Z arranca con baja convocatoria en CDMX

Por Juan Pablo Ojeda

 

El llamado a una nueva movilización del movimiento autodenominado “Generación Z” en distintos puntos de la Ciudad de México arrancó este 20 de noviembre con una participación mínima, muy por debajo de lo que se esperaba a las 11:00 horas, momento fijado como inicio formal de la marcha hacia el Zócalo capitalino.

En los puntos de reunión, el escenario fue prácticamente el mismo: grupos pequeños, más presencia de curiosos y medios de comunicación que de manifestantes. El caso más evidente se registró en Ciudad Universitaria, donde la convocatoria planteada entre las 9:00 y las 11:00 horas reunió apenas a unos 70 estudiantes en la zona de la Biblioteca Central. El llamado no logró cuajar ni generar un flujo significativo de jóvenes, pese a que se había difundido con insistencia en redes sociales.

En el Ángel de la Independencia, punto de inicio de la marcha, el ambiente también fue de baja afluencia. La explanada lució con pequeños grupos dispersos mientras la mayoría de las personas presentes eran reporteros, fotógrafos o peatones que observaban la movilización.

Mientras tanto, en la Plaza de la Constitución, el desfile cívico-militar por el 115 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana avanzó sin incidentes, lo que contrastó con la tibia respuesta a la nueva convocatoria de la Gen Z.

Paralelamente, surgieron reportes en redes sociales sobre la supuesta presencia de elementos de la Guardia Nacional vestidos de civil en calles del Centro Histórico. En las imágenes difundidas se observa un convoy oficial y personas caminando, pero hasta el momento no existe confirmación de que esos civiles pertenezcan a fuerzas federales. Las autoridades tampoco han emitido información para validar o desmentir estas versiones.

En medio del ambiente de confusión, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, se deslindó públicamente de la convocatoria atribuida a la comunidad universitaria. Desde el Senado, donde participó en un evento por el Día de la Filosofía, advirtió que el llamado presenta múltiples irregularidades, empezando por el uso del nombre “Universidad Autónoma de México”, denominación que la UNAM dejó atrás hace décadas. También señaló que el mensaje difundido es ambiguo y no permite saber si se trata de una concentración o de una marcha.

Lomelí insistió en que ni el origen ni la legitimidad del movimiento están claros y pidió investigar las detenciones ocurridas durante la primera marcha de la Generación Z el pasado 15 de noviembre, para determinar quiénes fueron detenidos y bajo qué criterios. Subrayó que cualquier joven arrestado sin haber cometido actos violentos debe ser plenamente identificado y liberado, y que los hechos no pueden quedar sin esclarecer.

Mientras las dudas crecen y la convocatoria pierde fuerza, la segunda marcha de la Gen Z avanza entre señales de desorganización, falta de claridad y una evidente baja resonancia social.

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