Reabren frontera para exportar ganado mexicano

Por Bruno Cortés

 

En medio de tantas noticias políticas y económicas, por fin una buena para el campo mexicano. El diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados y presidente de la Junta de Coordinación Política, anunció esta semana que ya se logró un acuerdo para reabrir la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado. Y aunque pueda sonar técnico, para miles de productores ganaderos, esto es un verdadero respiro.

¿Qué pasó? Resulta que desde hace dos meses se cerró la frontera a las exportaciones ganaderas mexicanas porque en algunas regiones del país se detectó la presencia del gusano barrenador del ganado, una plaga que estaba erradicada desde 2003. Este parásito es altamente destructivo y pone en riesgo tanto la salud animal como las exportaciones, así que no es tema menor. El problema surgió especialmente por el sur del país, de donde se cree que pudo haber llegado esta plaga nuevamente.

El cierre de la frontera tuvo consecuencias duras: se estaban exportando entre 4 mil y 5 mil cabezas de ganado al día, y de pronto, todo eso se frenó. Muchos ganaderos se quedaron con animales listos para vender, pero sin comprador del otro lado. Pérdidas, incertidumbre y presión económica para quienes viven del campo.

Pero esta semana, según explicó Monreal en un video publicado en sus redes sociales, gracias a las gestiones del gobierno de Claudia Sheinbaum y del secretario de Agricultura, se logró destrabar el conflicto. A partir del 7 de julio, es decir, en cuestión de días, comenzará la reapertura de la frontera, de forma progresiva. El primer estado en retomar exportaciones será Sonora, uno de los más importantes en producción ganadera del norte del país.

Este tipo de acuerdos no solo representan una victoria política, sino también un paso vital para mantener a flote una cadena productiva que impacta directamente en la economía rural. Por eso Monreal también aprovechó para hacer un llamado a los productores: a cuidar el ganado, evitar el contrabando y mantener estándares sanitarios altos, porque un nuevo brote podría volver a cerrar la frontera, y eso nadie lo quiere.

Este caso es un buen ejemplo de cómo la política exterior, las relaciones bilaterales y las decisiones sanitarias internas pueden tener efectos muy concretos en la vida de la gente. Aquí no se trata de discursos abstractos ni de grandes reformas, sino de lograr que miles de familias ganaderas puedan seguir trabajando y exportando su producto con tranquilidad.

La reapertura no será automática ni completa de inmediato, pero al menos ya se ve la luz al final del túnel. Y como dice Monreal, el reto ahora es que México no solo vuelva a exportar, sino que lo haga con más calidad y mejores controles. Porque cuidar al ganado es también cuidar la economía del país.

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