Por Bruno Cortés
Puede sonar muy lejano que una diputada mexicana esté en Suiza, metida en una conferencia sobre trabajo junto con representantes de todo el mundo, pero lo que pasó ahí tiene más que ver contigo de lo que parece. Patricia Mercado, diputada de Movimiento Ciudadano, participó en la 113 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que se celebró en Ginebra del 1 al 8 de junio. Y lo que se discutió allá está directamente relacionado con tu jornada laboral, tus derechos si trabajas en apps como Uber o Rappi, e incluso con la defensa de la comunidad LGBTTTIQ+ en el mundo del trabajo.
En palabras simples: fue una semana intensa en la que se habló de cómo hacer que el empleo deje de ser precario y se vuelva digno. Uno de los grandes temas fue la transición hacia la formalidad laboral, es decir, cómo lograr que millones de personas que trabajan sin contrato, sin prestaciones y sin seguridad social, puedan tener acceso a esos derechos. Esto incluye a quienes trabajan en plataformas digitales, un sector que está creciendo pero donde las leyes aún no alcanzan a proteger del todo a los trabajadores.
México no fue solo espectador. Patricia Mercado puso sobre la mesa las reformas que ya se han empezado a discutir en el Congreso, como un programa piloto para asegurar a quienes trabajan en plataformas, y la urgencia de que la OIT emita un convenio internacional que garantice sus derechos laborales. ¿Por qué importa esto? Porque muchas veces los gobiernos no actúan hasta que hay presión global. Si se logra ese convenio, México —y otros países— tendrían que actualizar sus leyes y políticas laborales en ese sentido.
Otro punto caliente fue el de los peligros biológicos en el trabajo, un tema que se hizo evidente tras la pandemia. Se aprobó un nuevo instrumento internacional vinculante, es decir, obligatorio para los países que lo adopten, para prevenir riesgos de salud en los lugares de trabajo. Pero eso no basta con firmarlo: como dijo Mercado, ahora el reto en México será tener la infraestructura y capacitación necesarias para que no se quede en papel.
Y si de cambios estructurales hablamos, Patricia también empujó un tema que está en la agenda nacional desde hace meses: la semana laboral de 40 horas. “El debate sobre el uso del tiempo es inevitable”, dijo. Y tiene razón. No se trata solo de trabajar menos, sino de vivir mejor, tener tiempo para la familia, para descansar, para estudiar o simplemente para existir sin que el trabajo lo consuma todo.
En el terreno de la economía del cuidado —ese trabajo no remunerado que hacen millones de mujeres cuidando niños, adultos mayores o personas enfermas—, también hubo avances. Se aprobaron medidas para reconocer estos derechos y México jugó un papel destacado. La economía del cuidado empieza a ser tratada como lo que es: una columna vertebral oculta de la economía real, que sostiene hogares, comunidades y países enteros sin recibir casi nada a cambio.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. En el área del presupuesto de la OIT, se vivió una batalla política fuerte. Algunos países, entre ellos Estados Unidos y un bloque africano, intentaron eliminar referencias a los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+ y a la perspectiva de género en el presupuesto. México, junto con otras delegaciones, logró frenar ese intento, aunque la discusión se pospuso para noviembre. Mercado fue clara: dejar fuera a estos grupos significa dejarlos sin protección laboral, y eso no es negociable.
En resumen, lo que hizo Patricia Mercado en Ginebra no fue turismo legislativo. Fue representar a México en debates que están definiendo el futuro del trabajo a nivel global. Y aunque a veces parezca que eso queda lejos de la realidad cotidiana, lo cierto es que cada avance internacional puede convertirse en un cambio concreto en nuestras leyes, en nuestros derechos y en nuestra calidad de vida.
Porque si algo quedó claro en esta conferencia, es que la igualdad, la inclusión y la dignidad laboral no son lujos, son la base para que cualquier país avance. Y México, al menos en esta ocasión, se hizo escuchar.
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