PAN critica baja participación en elección judicial

Por Bruno Cortés

 

Después de la jornada electoral del 1 de junio, el diputado Elías Lixa Abimerhi, coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, no se guardó nada. Desde su perspectiva, la reforma judicial que promovió la elección popular de jueces y magistrados no prendió ni interesó a la gente. “Fue más bien un desincentivo”, dijo, y aseguró que la ciudadanía no solo no entendió el proceso, sino que en muchos casos prefirió anular su voto o no salir de casa.

Con datos en mano y tono crítico, Lixa señaló que apenas uno de cada diez mexicanos participó, y de esos, alrededor del 20% anuló su boleta intencionalmente, algo que para él refleja desconfianza y desinterés. Más que empoderar al pueblo, como prometía la reforma, lo que generó —según él— fue “apatía por todos lados”.

Y es que aunque desde el oficialismo se ha querido vender el resultado como un logro —la presidenta Claudia Sheinbaum incluso celebró que la elección judicial tuvo más votos que toda la oposición junta— Lixa fue tajante: “Eso ni siquiera es cierto en términos aritméticos”. A su juicio, comparar cifras así es taparse los ojos ante el rechazo ciudadano. “Ni siquiera participó la gente que salió en la revocación de mandato. Fue menos de la mitad de quienes votaron por Sheinbaum para presidenta”, remató.

Además, el legislador yucateco pidió calma al oficialismo y respeto a los órganos electorales, sobre todo por los resultados en Veracruz y Durango, donde el PAN considera que tuvo buenos números. Presumió que duplicaron el número de municipios ganados en Veracruz, que retuvieron la capital de Durango, y que mantuvieron bastiones como Boca del Río, pese a lo que llamó “las artimañas del oficialismo”.

También respondió a los rumores sobre posibles impugnaciones legales: el PAN, dijo, está analizando llevar el caso ante distintas instancias jurídicas para dejar constancia de que el proceso estuvo “manchado por el corporativismo y los intereses del poder”. Y no solo eso: piden una nueva reforma judicial que, ahora sí, piense en justicia efectiva, pronta y cercana a la ciudadanía. Porque, como dijo, lo ocurrido en 2024 no debe repetirse en 2027.

Respecto a la posibilidad de que Lenia Batres llegue a presidir la Suprema Corte, por un criterio de género, Lixa respondió con cautela. Lo importante, dijo, no es el género, sino los resultados. Y criticó que las estructuras del poder parezcan estar buscando más lealtades que capacidades. Para él, la reforma judicial fue una reforma “mal hecha”, a la que siguen intentando ponerle “parches”.

Finalmente, el coordinador del PAN descartó que haya condiciones para convocar a un periodo extraordinario en el Congreso próximamente. Aunque la Comisión Permanente es la instancia que podría abrir ese camino, no hay ni tema definido ni convocatoria oficial, por lo que ve difícil que algo se mueva en la próxima semana.

Con este panorama, queda claro que la discusión sobre la elección judicial no se ha cerrado. Más bien, apenas comienza una batalla política y legal por lo que representa: quién imparte justicia, cómo se elige y si la ciudadanía realmente está siendo parte de ese proceso… o solo lo están usando como excusa.

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