Murciélagos en México, en la cuerda floja por auge del mezcal

El auge en el consumo de mezcal en México tiene consecuencias más profundas de lo que podría parecer a simple vista. La expansión de esta bebida, que vivió un auge a partir de 2010 y continúa aumentando tanto en el mercado nacional como en el internacional, está poniendo en grave riesgo a los murciélagos magueyeros, animales clave en el ciclo de vida de los agaves. La relación entre ellos es tan estrecha que están íntimamente ligados en el paisaje de regiones semidesérticas de México, pero el crecimiento de la industria amenaza con romper ese equilibrio.

El agave florece una sola vez en toda su existencia, cuando deja salir el quiote, una estructura que proporciona néctar en abundancia. Ese néctar es fuente de alimentos para especies como el murciélago magueyero mayor (Leptonycteris nivalis), que además están ayudando así a polinizar nuevas generaciones de agaves. La polinización es indispensable tanto para dar lugar a nuevas plantas como para conservar una diversidad genética en el paisaje.

Sin embargo, el modelo de cultivo destinado a satisfacer la alta demanda de mezcal corta el ciclo vital de la planta antes de que pueda florecer. Así deja sin fuente de alimentos a los murciélagos y, además, pone en evidencia daños colaterales en el entorno. La expansión de monocultivos de agave, junto con el uso de agroquímicos, está modificando el paisaje, debilitando tanto a las especies animales como a toda la diversidad de flora que en ellos reside.

Este manejo de la producción también tiene consecuencias en el tamaño de las comunidades de murciélagos. Según los expertos, el 50 % de la población de murciélago magueyero ha desaparecido en años recientes, en parte debido tanto a la deforestación como al manejo de los cultivos. La aplicación de agroquímicos también contamina el suelo y el agua, debilitando así tanto a animales como a especies de flora en toda la región.

A partir de que la UNESCO reconoció a la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010, el auge en el consumo de mezcal comenzó a ir en paralelo con el debilitado de especies animales como el murciélago. La industrialización de métodos de cultivo, que deja atrás métodos más tradicionales, más respetuosos con el entorno, pone en evidencia una problemática tanto ecológica como social en varias comunidades.

Este fenómeno es particularmente complejo en México, territorio en el que están presentes 75 % de las especies de agave en el planeta. La madurez de esta planta puede llevar de 6 a 40 años, cuando florece, deja cápsulas con semillas y muere. Además, también puede dar lugar a nuevos hijuelos a partir de la base de la planta. A lo largo de millones de años, agaves y murciélagos han co-evolucionado en el paisaje, pero el auge de la comercialización a escala industrial amenaza tanto a animales como a plantas.

Frente a esta situación, voces expertas están planteando soluciones. Por ejemplo, dejar al menos el 30 % de las plantas sin cosechar para que puedan florecer, así como implementar métodos de cultivo más tradicionales que permitan a los animales llevar a cabo la polinización. Esto no solo beneficiará a los murciélagos, sino también a la conservación de especies de agave, aumentando así tanto la resiliencia de los cultivos como la estabilidad de toda la comunidad biológica en el territorio.

Este manejo más equilibrado permitirá que el mezcal pueda seguir produciéndose sin dejar atrás el entorno que lo hace posible. La conservación de los animales polinizadores es indispensable tanto para el futuro de esta emblemática bebida como para el mantenimiento de la diversidad en el paisaje en el que están enraizadas tanto la cultura como la identidad de México.

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