Morena se perfila para arrasar en 2027

Por Bruno Cortés

 

Si algo dejó claro Arturo Ávila Anaya, diputado y vocero del Grupo Parlamentario de Morena, en su conferencia «Legislativa del Pueblo», es que su partido no solo se siente fuerte rumbo al 2027, sino que ya empieza a saborear lo que llaman «el carro completo». Sí, esa vieja expresión priista que ahora, paradójicamente, podría aplicar al partido que nació justamente para romper con el viejo régimen.

Ávila sacó las cartas sobre la mesa: encuestas recientes muestran a Morena liderando preferencias en estados donde hoy no gobierna, como Chihuahua y Nuevo León, con 23 y 18 puntos de ventaja, respectivamente. No son datos menores. Chihuahua está en manos del PAN y Nuevo León del MC, pero si la tendencia sigue, el panorama para esos partidos no pinta nada bien.

Y donde Morena ya gobierna, la diferencia con otras fuerzas políticas también es amplia: Guerrero, Sonora, Baja California, Quintana Roo, Sinaloa, Michoacán… prácticamente todo el mapa pinta guinda. Incluso en Aguascalientes —bastión panista de toda la vida— Morena ha pasado de cuarta a segunda fuerza, y según Ávila, la diferencia real en una alianza con PT y Verde es de apenas 11 puntos, algo que “a estas alturas, es remontable”.

Ahora bien, ¿por qué tanto optimismo? El legislador asegura que la clave está en que el pueblo ha visto con buenos ojos las reformas que impulsa Morena desde el Congreso: los cambios constitucionales, las leyes que —según él— están desmantelando lo que queda del viejo modelo neoliberal, y dándole a la ley un enfoque más popular, más justo y más cercano a las necesidades de la mayoría.

Pero no todo fue discurso de victoria. También hubo espacio para la denuncia. Y aquí la cosa se puso seria: Ávila habló de un caso que involucra al exfutbolista y hoy diputado Cuauhtémoc Blanco, y que —dice— tiene todo el sello de una operación política disfrazada de asunto legal.

Según el legislador, un perito de la Fiscalía de Morelos, Elliot Gabriel Rivera, denunció públicamente haber sido presionado por el entonces fiscal Uriel Carmona para fabricar un dictamen en contra de Blanco. La denuncia no se quedó en redes: ya fue presentada ante el Ministerio Público. Y aunque muchos ya habían sospechado que este caso olía a vendetta política, lo que se revela ahora apunta a una estructura de manipulación desde el interior de la Fiscalía.

Ávila no se guardó nada. Recordó que Carmona fue acusado de encubrir feminicidios y que justo antes de dejar el cargo “dejó muy elaborado” el expediente contra Blanco. Para Morena, este no es un caso aislado, sino otro ejemplo de cómo actores del viejo régimen, desde el aparato de justicia, intentan frenar al movimiento con lo que llaman “la guerra sucia”.

En resumen, Morena se siente fuerte, confiado, y va calentando motores para el 2027. Mientras tanto, seguirá empujando su agenda legislativa en el Congreso, con la bandera de que es el pueblo quien los respalda. Y aunque las elecciones todavía parecen lejanas, en el tablero político, las fichas ya están en movimiento.

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