Morena alista reformas clave y promete mantener programas sociales

Por Bruno Cortés

 

En los pasillos del Palacio Legislativo de San Lázaro ya se empieza a sentir el calor político de lo que será un periodo legislativo clave para el arranque del sexenio de Claudia Sheinbaum. Y es que, aunque septiembre apenas se asoma en el calendario, Ricardo Monreal, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, salió al frente —acompañado por los diputados Merilyn Gómez Pozos y Sergio Gutiérrez Luna— para decirle al país: “ya tenemos lista la agenda”.

Y no es cualquier agenda. Morena arrancará el nuevo periodo ordinario de sesiones, que comienza el 1 de septiembre, con una ruta bien trazada: sacar adelante varias de las iniciativas prioritarias de la presidenta. Hablamos de cambios judiciales, electorales, una reforma para tipificar la extorsión como delito federal, y por supuesto, el corazón de la política pública: el presupuesto 2025.

Ahora bien, si usted no suele seguir el día a día legislativo, aquí va la versión sencilla: lo que viene es una serie de decisiones que pueden cambiar desde cómo se castiga a criminales hasta cómo votamos o a qué se destinan nuestros impuestos. Es decir, asuntos que sí tocan la vida diaria.

Monreal fue enfático: no habrá recortes a los programas sociales. Lo que sí habrá es una reorganización del gasto para que el dinero se use de forma más eficiente, sin duplicidades ni despilfarros. Se busca compactar estructuras, no quitar apoyos. En palabras coloquiales: ajustar la casa, pero sin quitarle el techo a nadie.

Uno de los temas urgentes es el de la extorsión. En la primera semana de septiembre se discutirá una reforma al artículo 73 de la Constitución para que este delito, que afecta a comerciantes, transportistas y familias en todo el país, sea tratado con mayor rigor desde la ley federal. Porque ya no se trata solo de “cobro de piso”: es un cáncer social que urge frenar.

Y no todo son castigos y códigos penales. También viene la reforma electoral. Morena plantea recortar el dinero a los partidos políticos (unos 8 mil millones de pesos al año), simplificar los órganos electorales y ajustar el sistema de representación plurinominal, pero sin eliminarlo. Ojo: esta parte va a generar mucha discusión, y por eso ya se habla de abrir foros y parlamentos abiertos donde todas las voces —desde académicos hasta ciudadanos— puedan opinar.

Un tema novedoso es la posible regulación del uso de inteligencia artificial en campañas electorales. Parece futurista, pero no lo es tanto: la IA ya se usa para manipular discursos, crear imágenes falsas o perfilar votantes. Morena quiere adelantarse y legislar con visión, en coordinación con la Comisión de Ciencia y Tecnología.

Ahora, el calendario legislativo viene cargado. El 30 de agosto Morena tendrá su plenaria con los principales secretarios del gabinete. El 1 de septiembre se recibe el informe presidencial y se elige la nueva Mesa Directiva del Congreso. La reforma sobre extorsión se discutirá del 2 al 6, y el paquete económico llegará el 8 de septiembre, incluyendo la ley de ingresos, presupuesto y criterios de Hacienda. Es decir, todo lo que determinará cómo y en qué se gastará el dinero en 2025.

Sobre el paquete económico, Morena prometió que no habrá recortes a seguridad, salud, educación ni a los programas sociales que ya son derecho constitucional. Sí podría haber reasignaciones, como ha ocurrido antes, pero siempre —según dijo Monreal— con transparencia.

En cuanto a los temas polémicos, Monreal fue claro: la declaración del “Mayo” Zambada no es asunto del Legislativo, sino de la Fiscalía. Y sobre redes sociales, se dijo preocupado por la salud mental juvenil, pero negó que haya planes de censura. También se insistirá en mantener la prohibición de bebidas energizantes a menores y el etiquetado de comida chatarra.

Por otro lado, se revisará el fraude en el programa de Alimentación para el Bienestar, donde hay un faltante de 2 mil millones de pesos, y también se atenderá un problema doméstico: los socavones y recursos no ejecutados en San Lázaro.

La cereza del pastel es la intención de impulsar a más jóvenes a ocupar espacios en el poder público, algo que podría venir acompañado de reformas concretas.

En resumen, Morena llega al arranque del nuevo periodo con un tono de unidad interna, respaldo total a Sheinbaum, y la promesa de que su proyecto de transformación no se detiene. El Congreso mexicano, una vez más, será el campo de batalla donde se definan los próximos pasos del país. Así que sí: vale la pena ponerle atención.

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